¡¡¡APLAUSOS PARA TÍ!!!
Si te admiran, ¡disfrútalo!
Mientras estás allí de pie bajo los reflectores,
saludando a tu público y gozando la calidez de la ovación que se te ofrece,
piensa si tienes una vida aparte de ese lugar y ese momento.
Cerciórate de que, cuando se apaguen las luces
y te encuentres nuevamente en el mundo cotidiano,
puedes obtener la misma fuerza de los aplausos que tú mismo te das.
¿O acaso sólo existes cuando los demás te aplauden?
Está bien que provoques la admiración ajena,
pero es esencial encontrarla en tí mismo si quieres ser feliz.
¡Ahora, fuerte ese aplauso!
David Baird