LAS PEQUEÑAS COSAS...
Las pequeñas cosas pueden tener un fuerte impacto.
Que ese impacto sea positivo o negativo depende de tí.
Aprende a ser un maestro de las pequeñas cosas, pero sin permitir que manejen tu vida.
Prestar atención a todos los detalles es útil, pero ser guiado por ellos es peligroso.
Hay una gran diferencia entre ser disciplinado, cuidadoso y despierto y ser obsesivo.
La diferencia radica en enfocarse claramente en el objetivo.
Observa todo en términos de una visión integradora y global.
En la medida en que los detalles favorezcan y estimulen tu objetivo general, dedícales tiempo y energía.
Si esos detalles te alejan, o incluso reemplazan al objetivo original, déjalos correr.
Nada es más inútil que preocuparse y angustiarse por detalles triviales que ni siquiera importan.
Y son pocas las cosas que dan más seguridad y confianza que tener todos los detalles bajo control.
Mantén tu objetivo siempre presente, haciendo que los detalles están a su servicio y no al mando de la situación.