No permitas que un problema relativamente pequeño arruine un día que de otro modo habría sido hermoso. Decide en cambio tomártelo bien y rápidamente volver a una actitud positiva, productiva y efectiva.
No pierdas el tiempo sintiéndote indignado ni ofendido por el descuido de alguien, por un comentario o un gesto desconsiderados. Aprovecha la oportunidad para fortalecer tu valioso sentido de la paciencia, y sigue avanzando en dirección hacia algo que realmente importe.
Los pequeños contratiempos de la vida pueden acumularse rápidamente llegando a generar un impacto sumamente destructivo, si tú lo permites. Afortunadamente, la decisión está en tus manos y tú no tienes por qué hacerlo.
Muy por el contrario, podrías optar por dejarlos de lado. Puedes decidir ver los pequeños contratiempos, relativamente insignificantes, por lo que realmente son y dejarlos rápidamente atrás.
¿Realmente quieres permitir que tu actitud quede prisionera de personas desconsideradas, mal educadas y descuidadas o de hechos aleatorios fuera de tu control? Claro que no, porque dentro de ti yace un propósito realmente positivo que es grande y hermoso y que está repleto de verdadero sentido.
Cada vez que alguno de esos pequeños contratiempos de la vida aparezca, simplemente déjalo que siga su camino pasando a tu lado hasta que se desvanezca en su propia insignificancia. Tienes muchas más cosas positivas y valiosas en las cuales concentrar tu atención.