La Amistad
Un joven dijo: Háblanos de la Amistad. Y él respondió: Vuestro amigo es la respuesta a vuestras necesidades. El es el campo que plantáis con amor y cosecháis con agradecimiento. -Y él es vuestra mesa y vuestro hogar. Porque vosotros, vais hacia él con vuestro hambre y lo buscáis con sed de paz. Cuando vuestro amigo os hable francamente, no temáis vuestro propio "no", ni detengáis el "sí". Y cuando él esté callado, que no cese vuestro corazón de oír su corazón; Porque, sin palabras, en amistad, todos los pensamientos, todos los deseos, todas las esperanzas nacen y se comparten en espontánea alegría. Cuando os separéis de un amigo, no sufráis; Porque lo que más amáis en él se aclarará en su ausencia, como la montaña es más clara desde el llano para el montañés. Y no permitáis más propósito en la amistad que el ahondamiento del espíritu. Porque el amor que no busca más que la aclaración de su propio misterio, no es amor sino una red lanzada; y solamente lo inútil es cogido. Y haced que lo mejor de vosotros sea para vuestro amigo. Si él ha de conocer el menguante de vuestra marea, que conozca también su creciente. Porque ¿qué amigo es el que buscaréis para matar las horas? Buscadlo siempre para vivir las horas. Porque él está para llenar vuestra necesidad, no vuestro vacío. Y en la dulzura de la amistad, dejad que hayan risas y placeres compartidos. Porq ,te en el rocío de las cosas pequeñas el corazón encuentra su mañana y se refresca. El Hablar Y un erudito dijo: Dinos del Hablar. Y él respondió: Habláis cuando cesáis de estar en paz con vuestros pensamientos; Y, cuando no podéis morar más en la soledad de vuestro corazón, vivís en vuestros labios y el sonidb'es una diversión y un pasatiempo. Y en mucho de vuestro hablar el pensamiento es a medias asesinado, Porque el pensamiento es un pájaro del espacio que, en una jaula de palabras, puede, en verdad, abrir las alas, pero no puede volar. Algunos hay entre vosotros que buscan al hablador por miedo a estar solos. El silencio de la soledad revela ante sus ojos su yo desnudo y desean escapar. Y hay quienes hablan y, sin conocimiento ni premedita ción, revelan una verdad que no comprenden ellos mismos. Y hay quienes tienen la verdad, pero no la dicen en pala bras. Cuando encontréis a vuestro amigo a la vera del camino o en el mercado, dejad que el espíritu en vosotros mueva vuestros labios y dirija vuestra lengua. Que la voz en vuestra voz hable al oído en su oído: Porque su alma guardará la verdad de vuestro corazón, como el sabor del vino es recordado. Cuando el dolor se olvidó y el vaso ya no existe.
Gibrán Jalil Gibrán
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