Lluvia de otoño
Inmensa lluvia de otoño cae,
apagándome,
junto a la vela que prendí
aquel noviembre mirándote a los ojos.
No quiero recordar los eternos días,
ni las noches donde éramos libres,
donde éramos viento…
Todavía te amo,
en la infinitud del suspiro
que libero de mi pecho
con todo el dolor del nocturno duelo.
El camino se bifurca
y en mi solemne soledad
de nieblas y brumas ahogo un llanto.
Mañana, dicen, vendrá la luz.
Y yo, la esperaré con calma.