Es una paradoja del amor, el que a menudo lastimemos a las personas que más amamos. Estamos continuamente corrigiendo sus errores, cuestionando sus decisiones, desafiando sus presunciones. Con frecuencia ponemos el listón más alto para ellos que para nosotros mismos.
No hay nada más equivocado que reclamar a quien amamos lo mejor de sí mismo, mientras que nosotros, nunca admitiríamos una corriente continua de críticas negativas.
El amor enciende más fuegos, de los que el odio extingue. "Amor significa colocar la propia felicidad en la felicidad de los otros..."
Pierre Teilhard de Chardin
|