La pérdida de un ser querido es psicológicamente traumática y dolorosa. Cuando se trata de un accidente de tráfico, esta pérdida es súbita y el impacto difícil de medir. Se necesita tiempo para reajustar la vida a la nueva situación. Este tiempo se llama duelo.
El duelo tiene diferentes etapas. Éstas son:
- Negación de la realidad
- Dolor y pena
- Miedo, rabia, culpa y resentimiento.
- Apatía, tristeza y desinterés por la vida.
- Aceptación y reconducción de la vida.
En este proceso hay reacciones normales: sentimientos como tristeza, soledad, rabia, culpa; sensaciones físicas como insomnio, hipersensibilidad a los ruidos, sentidos de despersonalización, sensación de ahogo, negación de la realidad; también puede aparecer desorientación, confusión, alucinaciones visuales y auditivas, sueños repetitivos con el ser querido, trastornos de alimentación, aislamiento social, etc. Si estos síntomas son muy agudos o perduran en el tiempo, será necesario buscar ayuda.
Elaborar el duelo no significa olvidar. Significa aprender a vivir y a seguir queriendo desde la ausencia física. A pesar de que los ritmos son muy personales, de dos a cuatro años es el tiempo más aceptado.
Hablar de la persona muerta sin dolor, es indicativo de que el duelo se ha resuelto. Si el duelo no se resuelve puede comportar trastornos depresivos que implican tratamiento psiquiátrico prolongado. Para evitar secuelas es importante considerar la ayuda de un psicólogo o la participación en un grupo de duelo.
Todos los miembros de la familia quedan afectados por el accidente. Cada persona lo vive de forma diferente lo expresa como sabe o como puede; por lo tanto hace falta respetar las necesidades personales de cada uno.
La persona que sufre una pérdida de un ser querido de una forma tan brusca se puede encontrar muy desorientada en un primer momento, sin fuerzas para enfrentarse a todas las gestiones que hace falta hacer y con una mezcla de sentimientos de soledad, impotencia, rabia, ganas de morir, etc. Por lo tanto necesitará ayuda de sus familiares y amigos más próximos.
¿Cómo puedo ayudar a un amigo o familiar que ha perdido a un ser querido en accidente de tráfico?
Muchas veces uno no sabe qué decir o cómo actuar. Y la mayoría de veces no hace falta decir nada, simplemente acompañar a la persona, escucharla y si necesita hablar dejar que se desahogue. No hay que tener miedo de sus reacciones que a menudo pueden ser contradictorias o de mucha confusión o ansiedad, yendo de la rabia a la tristeza o a la incredulidad.
Como decíamos antes, cada persona reacciona como puede, nadie está preparado para una pérdida tan súbita y devastadora. En general ayuda poder hablar de la persona difunta.
Tampoco hay una manera de ayudar. Hay quien podrá ayudar mejor haciendo gestiones y trámites y quien ayudará haciendo compañía a la persona que está en duelo. Son importantes fechas como Navidad, aniversarios, el juicio, etc.
P(A)T presta los siguientes servicios en este sentido:
- Punto de Encuentro – GAM
- Grupo de duelo
- Atención psicológica
- Foro
En los Grupos de Ayuda Mutua y de duelo, se encuentran personas que han pasado por la misma experiencia. Poder compartir y expresar el dolor que sienten ayuda mucho. Ver como otras personas han superado diferentes etapas del duelo, ayuda a avanzar en este difícil momento de la vida.