Sueños... Luego fantasías... damos paso a la ilusión y allí surge el deseo.
¿Sirve desear algo y no hacer nada para conseguirlo? Creo que no.
Muchas personas van por la vida de sueño en sueño, de fantasía en fantasía,
de ilusión en ilusión, de deseo en deseo y se olvidan de actuar para hacer
su deseo realidad. Entonces pasa el tiempo y un día se sienten mal pues nada
se dio, porque "no tuvieron suerte", porque aquello tan soñado ya no pudo
ser, porque ya es tarde, porque...
Nada surge de la nada, sin nuestro motor es imposible hacer realidad un
sueño. Podemos ser soñadores en potencia, podemos dar lugar a nuestras
mejores fantasías, podemos ser los creadores de nuestras mejores ilusiones,
y desear que todo aquello se materialice pero sin nuestro
accionar, sin nuestra voluntad y nuestra
entrega nada puede concretarse.
Si bien el desear mucho una cosa no garantiza la obtención de la misma, esa
motivación es casi fundamental. Porque quien desea mucho algo pone todo su
empeño y su esfuerzo para conseguirlo. Se fija metas, se traza
planes, diseña estrategias y aplica tácticas para su concreción.
Somos los protagonistas de esta historia y depende de nosotros darle vida a
los sueños y hacer que nuestros deseos se hagan realidad.