"Crudismo", el régimen alimenticio en el que no se come nada cocido a más de 40°C
El objetivo es conservar los valores nutricionales de los alimentos que se consumen, lo que -según sus seguidores- tiene un positivo impacto sobre la salud.
La británica Susan Reynolds tiene 29 años, pero representa una década menos. Y no es que sea fanática de los tratamientos cosméticos, los productos de belleza o incluso las cirugías estéticas. Su secreto para mantener la lozanía de su piel es simple: desde hace siete años sólo come alimentos crudos.
Sin embargo, no lo hace para verse más joven, sino que eligió el denominado "crudismo" porque -afirma- la hace sentirse muy bien. "Al comer un plato contundente de comida caliente, uno cae en lo que yo llamo un 'coma de alimentos'. Si comes puré, te sientes como puré", dijo al "Daily Mail", y agregó: "Pero después de consumir alimentos crudos, te sientes mucho más energizada. Quieres hacer cosas".
El "crudismo" es un régimen alimenticio que básicamente consiste en que la persona no puede comer nada que haya sido cocido a más de 40° Celsius, ya que sobre esa temperatura los alimentos pierden muchos de sus valores nutricionales. "En pocas palabras alimentos crudos, sin procesar y vivos"”, explica en su sitio web.
Con esta descripción podría pensarse que los "crudistas" deben llevar una dieta muy estricta, pero Susan Reynolds lo niega y afirma que de todas formas es posible disfrutar de las cosas que más le gustan. "Puedes comer tortas y chocolate, sólo que tienes que preparar versiones crudas de ambas", sostuvo.
¿Cómo lo hace? Según explicó al periódico británico, el chocolate crudo lo prepara con cacao natural no tostado y leche de coco. Las tortas, en tanto, son parecidas a los cheesecakes, y las elabora con una base de almendras, dátiles y aceite de coco, mientras que para el relleno utiliza una dulce leche de esta última fruta.
También es capaz de preparar una bebida que al tomarla "te da ganas de salir de fiesta". Consiste en una mezcla de chocolate, ají y maca, un tubérculo que se da en la zona andina de Perú y Bolivia, considerado una superfruta y al que se le adjudican poderes afrodisíacos.
Respecto a los nutrientes, Susan Reynolds afirmó que puede obtener todos los necesarios a partir de los alimentos crudos. Así, por ejemplo, de la rúcula y la espinaca consigue las proteínas que otros logran de la carne, el huevo o los lácteos.
"De hecho, a menudo me hago exámenes de sangre y todo está bien. Estoy más sana que nunca", señaló.
Sin embargo, expertos en nutrición cuestionan el "crudismo" y sostienen que incluso puede llegar a ser perjudicial para la salud. "El peligro de esta dieta está en todos los nutrientes que se están perdiendo, por ejemplo los cereales que se obtienen del arroz, papas y la pasta, todos los cuales necesitan estar cocidos para ser consumidos", indicó Helen Bond, portavoz de la Asociación Dietética Británica.
Otros beneficios
Pero Susan Reynolds insiste en que el régimen alimenticio que lleva no sólo impacta de forma positiva su salud, sino que también tiene otros efectos beneficiosos, tales como claridad, positividad, luminosidad y la habilidad para tomar decisiones.
"También estoy emocionalmente equilibrada y feliz", afirmó a "The Huffington Post".
Incluso aseguró que el "crudismo" ha influido en su vida sexual. "En lugar de tirarse sobre el sofá, te sientes mucho más revitalizada después de comer", dijo.
Reynolds enseña a otros cómo ser "crudistas" y llevar una vida sana a través de su compañía Twist and Sprout, ya que enfatiza que este régimen alimenticio "no es una dieta, es un estilo de vida".
"Creemos que lo que pones dentro, es lo que sale afuera. Al tomar decisiones conscientes, te estás haciendo cargo de tu propia salud. Este estilo de vida no es ciencia exacta, es simple sentido común, práctica y un poco de creatividad", sostiene.
A su juicio, si las personas rompen su vínculo emocional con los alimentos cocidos, nunca más se les antojará comerlos. Por esta razón, ella confiesa ser muy disciplinada todo el tiempo. Un típico día para ella es así:
05:00 horas: se despierta y bebe 750 ml de agua de limón.
06:30 a 08:30 horas: practica yoga.
10:00 horas: bebe un litro de jugo verde que prepara con una lechuga, una bolsa de espinaca y un puñado de hierbas.
11:00 a 16:00 horas: come varias colaciones que incluyen frutas como higos, mangos y berries; chocolate crudo, jugo verde y superalimentos como polen de abejas.
18:00 horas: come una gran ensalada, sopa verde u otro plato crudo elaborado con frutas y vegetales, frutos secos remojados o semillas, dependiendo de lo que ella sienta que necesita ese día.
|