Si no te gusta trabajar, no seas trabajo para otros. Si perdiste fuerza para subir, haz fuerza para no descender. Si no tienes condiciones para levantar un palacio, no derrumbes la choza ajena. Si no tienes un lecho de plumas, no pongas clavos en el colchón de los otros. Si no tienes fósforos para encender tu lámpara, no apagues la de los otros, Si no tienes voz, para llenar el mundo de sonido, no lo llenes con el ruido de tus alaridos. Si no tienes deseos de sonreír, no hagas llorar a tus semejantes. Si no tienes un bálsamo, para cicatrizar la herida del prójimo, no le pongas vinagre para agravarle el sufrimiento. Si no quieres ser la rosa, que perfuma el paso del caminante cansado, no seas el espino apuntado hacia el camino. En fin.... si no tenemos la bondad de un Santo, Intentemos, por lo menos, tener la compostura de un hombre.