El picozapato (Balaeniceps rex) es una especie de ave pelecaniforme,1 la única de la familia Balaenicipitidae. Su nombre alude a la forma de su enorme pico.
De color gris, nidifica en el suelo y suele poner dos huevos. Las crías presentan un plumaje de color marronoso. Su dieta se compone de peces y ranas que caza en las ciénagas y aguas estancadas del África tropical y oriental, particularmente en Uganda, donde crece habitualmente el papiro.
Se sabe muy poco de las costumbres y orígenes de esta ave sumamente difícil de observar en su medio natural, en parte debido a que se encuentra en peligro de extinción. Existen algunos ejemplares en cautividad en varios zoológicos europeos.
Los picozapatos se despliegan súbitamente en semicírculo cuando cazan, para impedir la retirada de las presas que persiguen. Su grotesco pico tiene la forma de un gran zueco.
Estos animales tienen enorme habilidad para capturar peces, batracios y crías de cocodrilo. Ciertos observadores pretenden que este apéndice tan feo permite tragar a estos animales tortugas y peces de gran tamaño.
Muy ariscas, estas aves se instalan siempre a respetuosa distancia de los lugares habitados, y disimulan hábilmente sus grandes nidos de ramaje y hojas secas entre los cañaverales. A estos animales se les encuentra en el sur del Sudán, al este del Congo y en Uganda. Comparándolos con el tamaño de sus padres, los huevos de los picozapatos son minúsculos ¡Desgraciado del que se aproxime a ellos! Los picozapatos llegan hasta el heroísmo por defenderlos. Con frecuencia se les ve volar batiendo ruidosamente las alas sobre piraguas o barcas que pasan cerca de sus nidadas.