"Cristo con su Resurrección de entre los muertos ha hecho de la vida de los hombres una fiesta"
"Una Pascua divina hoy se nos ha revelado.
Pascua nueva y santa. Pascua misteriosa.
Pascua solemnísima de Cristo Libertador.
Pascua inmaculada y grande. Pascua de los creyentes.
Pascua que abre las puertas del Paraíso.
Pascua que santifica a todos los cristianos...
Pascua dulcísima, Pascua del Señor. Pascua!
Una Pascua santísima se nos ha dado.
Es Pascua. Abracémonos mutuamente.
Tú eres la Pascua que destruyes la tristeza.
Porque hoy Cristo Jesús resucita resplandeciente.
"Soy Yo, en efecto vuestra remisión;
soy yo, la Pascua de la salvación;
yo el cordero inmolado por vosotros,
yo vuestro rescate,
yo vuestra vida,
yo vuestra luz,
yo vuestra salvación,
yo vuestra resurrección,
yo vuestro rey...
El es el Alfa y el Omega
El es el principio y el fin.
El es el Cristo. El es el rey. El es Jesús,
el caudillo, el Señor,
aquel que ha resucitado de entre los muertos
aquel que está sentado a la derecha del Padre...."
El Domingo de Resurrección o Vigilia Pascual es el día en que incluso la iglesia más pobre se reviste de sus mejores ornamentos, es la cima del año litúrgico. Es el aniversario del triunfo de Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión y la alegría inmensa que sigue al dolor. Y un dolor y gozo que se funden pues se refieren en la historia al acontecimiento más importante de la humanidad: la redención y liberación del pecado de la humanidad por el Hijo de Dios.