VIEJAS ROSALERAS
Ya tuve miles de compañeros y colegas;
dentro de ellos hice centenares de amigos,
algunos parecían sólidas amistades como rocas,
pero no resistieron el tiempo ni la circunstancias.
Así son pocos los amigos de infancia, pocos a su vez amigos
de adolescencia como de juventud;
y pensar que saltabamos todos los dias
y no saliamos de la casa de unos y otros.
De repente, otros afectos, otros amigos,
otros intereses, otro tipo de vida,
largos años de distancias y mil preocupaciones que afectan la vida.
¿Donde estarán mis amigos viejos, de niñez y juventud?
¿Cambiaron ellos o cambié yo?
¿O fue la vida que nos hizo cambiar a todos ?.
De buenos amigos que eramos hoy solo somos buenos conocidos
que se saludan al pasar y se respetan, aunque a veces ni eso.
Por eso digo feliz la persona que sabe cultivar sus rosas viejas!
Tal vez no sea tarde... Rosales viejos también producen rosas lindas y vistosas, basta...
Recultivarlas..."
Padre Zezinho
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