Era una noche de lluvia, en la cual hacía calor y la lluvia era un goze.
Los relampagos y los truenos no cesaban, por eso Carlos decidió que era hora de cerrar las ventanas e irse a dormir.Ana, su mujer le advirtió que dejase una ventana abierta para que entrara mas aire.
Al cabo de una rato se fueron a dormir, cuando pasadas las 2 de la madrugada
escucharon los ladridos de unos cuantos perros por el pasillo en donde ellos vivían.
Que raro! - dijo Ana - Parece que fuera una jauría de perros callejeros! Porque no te levantas y vas a ver que pasa?
- Justo ahora?, bueno esta bien!
Carlos se levantó malhumorado y vio por la ventana que no habia nadie ahí, divisó el patio pero comenzó a escuchar aullar a los perros cada vez mas fuerte. Sus dos perritos estaban como si hubieran visto un fantasma,estaban completamente aterrados. Carlos volvió al dormitorio una vez que cerro la ventana y aseguró la puerta.
Se volvió a acostar pero se escuchaban unos gruñidos, como si un animal estubiera rabioso o furioso. Los gruñidos se hacian más y más potentes y luego se escuchó como un elefante barritando.
En ese mismo momento y a pesar de que Ana gritaba como loca para que Carlos no abriera la puerta,él se animó y quizo ver que pasaba.
Cuando salió al patio y miró hacia el pasillo no hizo mas que empezar a rezar.
Era una cosa terrorífica de 1.80 mts de altura lleno de pelos, como si fuera un oso, caminaba y con sus manos se agarraba la cabeza dando esos aullidos y gritos. Los perros que lo seguian eran perros comunes callejeros atraidos hacia ese ser.
Calos volvio tembloroso y aterrado y le contó a Ana lo que habia visto. No lo podian creer.
Ana al otro dia recordó que hacia mucho tiempo atras, contaba una leyenda que jamás se debe dejar la ventana abierta los dias de lluvia porque se invita a bajar a todos aquellos espectros que pasadas las 12 de la noche y hasta el amanecer buscan en donde refugiarse queriendo pasar a tu casa.