SINTÉTICO...
-Audroc-
Era un banco en un parque.
Era un banco vulgar, uno cualquiera,
que transformé en altar desde la tarde
que me senté para soñar con ella.
Hoy, de nuevo pasé y al contemplarlo,
sentí en el alma una profunda queja
y una presta vejez dentro del pecho.
Estaba allí, sentada otra pareja.