Muchas veces
pasamos mirando las tormentas; ahora, dedíquemonos a mirar el sol.
El sol SIEMPRE estará,
aunque oculto detrás de poderosas nubes, o del otro lado del mundo,
listo para nuevamente aparecer. Es simplemente una cuestión de tener una conciencia correcta.
Las calamidades y tragedias, los problemas y molestias que todos,
en un grado u otro, experimentamos, no pueden ocultar la vida que existe. De hecho,
es en la noche que más deseamos el sol;
es cuando hay algún problema que más queremos que lo bello interior surja
en toda su plenitud.
Así que,
disfrutemos la expectativa, mientras los problemas existen.
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(de la red)
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