No entiendo… Como un ser tan maravilloso como la mujer
creación perfecta, moldeada por el creador, construida sobre
la base del amor y enaltecida por compañera perfecta concibe en su
mente el sólo pensar que esta sola.
No entiendo… Cuando de niñas jugamos a la muñeca.
A la lleva, a la cuerda, al puente sea quebrado, al beso robado
y soñamos con ser mamas, modelos, profesoras, cantantes,
odontólogas, doctoras, enfermeras y hasta pilotos y dejamos
morir nuestros sueños.
No entiendo… Cuando dentro del vientre hay creación de vida
por amor, por error, por pasatiempo, por descuido,
por emoción, por abuso, por silencio y nos sentimos vencidas…
No entiendo… Cuando llega a nuestra vida el verdadero amor,
nos entregamos por completo, construimos un castillo de mil
colores y pensamos que lo mío es único, el primer beso acompañado
de mariposas en el estomago, las primera mirada, el primer regalo,
la primera salida al cine, ala discoteca, al lugar oscuro
y nuestro primer secreto y al final alguien falla.
No entiendo… Cuando el tiempo pasa los hijos crecen y comenzamos
a construir para ellos lo mejor, entregamos nuestras vidas con
el anhelo que
surjan, se fortalezcan, encuentren nuevas oportunidades
cogiéndolos de la mano paso a paso y apoyándolos incondicionalmente
y aún esperamos más.
No entiendo… Cuando nuestro cuerpo lleno de arrugas y artritis por
doquier, un marco de lentes viejos, el pelo blanco como el algodón
y una dentadura postiza reflejan el pasar de los años dejando en
nuestras vidas alegrías, tristezas, anhelos, esperanza y
algunas veces soledad, quisiéramos devolver el tiempo
para concluir lo que de niños siempre soñamos pero pensamos
que es un poco tarde.
Y al final lo único que entiendo hoy es que niña, amiga, novia, esposa,
madre, abuela y confidente lo más importante y hermoso
es que fue Dios quien me creo mujer…
Irome de Colombia
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