Busca el alma de Dios
su amor eterno.
Tiende el cuerpo hacia el mal,
que mal lo viste.
Busca el hombre la paz,
más se resiste
a salir de su trágico invierno.
Luego llega el verano,
y se arrepiente.
Ruega a Dios le perdone
su pecado,
al final, cuando ve ya desolado
su caer por la cuesta
de la muerte.
¿No sería mejor hombre, hermano
aunque fuese, seguir una media
que vivir con odio y con pecado,
para que al final
cuando la muerte asedia,
dejar a tu orgullo enterrado?