Buda afirmó frente a sus discípulos: el que se esfuerza,
puede alcanzar la iluminación en siete días.
Si no lo consigue, sin duda lo logrará en siete meses,
o en siete años. Un joven se propuso conseguirlo en una semana,
y quiso saber cómo debía actuar.
“Concentración” fue la respuesta. El joven empezó a practicar, pero diez minutos
más tarde ya se había distraído, y consideró
que no estaba perdiendo el tiempo, sino
habituándose consigo mismo. Un buen día decidió que no era necesario llegar
tan rápido a su meta, pues el camino le estaba
enseñando muchas cosas. Y fue en este momento cuando alcanzó la iluminación.
Paolo Coelho
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