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De: Karamelito (Mensaje original) |
Enviado: 15/05/2011 20:00 |
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Por más diminuta que parezca, cada gota de conciencia, que se suma, expande y eleva la vibración planetaria.
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Unas tras otras, las gotas van cayendo. Nada parece transformarse. El goteo es casi imperceptible. El cansancio y la desolación dicen presente. El paisaje desértico de esperanzas crea la falsa ilusión de que nada va a cambiar. El vacío interior se agiganta. Las gotas siguen cayendo. Expanden su vibración. La mente sostiene que todo está perdido. El corazón no se deja engañar, escucha cómo las gotas continúan brotando y ríe de felicidad. Su sabiduría le anuncia que el río está emergiendo. Libera sus compuertas. Ayuda a que el agua corra. Sume para que el río de la conciencia espiritual irrumpa y limpie el valle de lágrimas que inunda nuestros piés. Las gotas son todas aquellas cosas que nos ayudan a ser más humanos y nos permiten armonizar con la existencia. Los buenos actos son gotas. Las caricias son gotas. Los pensamientos positivos son gotas. Los abrazos, las palabras de aliento, los rostros felices... Gotas... Las acciones con conciencia, las oraciones, las meditaciones, la ayuda desinteresada, los gestos de sensibilidad... Gotas... El saber compartir, aprender a valorar, el respeto por uno mismo.... Gotas... La fe, la humildad, la confianza, la esperanza, el amor... Gotas... Todas son gotas que reflejan una nueva humanidad. Son gotas que acrecientan y vivifican el río de la conciencia espiritual que está transformando la vibración del planeta. El futuro nace del presente. Nuestras decisiones de hoy co-crean nuestro mañana. Si en nuestra cotidianidad sólo sembramos discordia, odio, pesimismo, sufrimiento y frustración ¿qué crees que cosecharemos? Sus gotas, aunque parezcan simples, aunque las percibas insignificantes o débiles, hacen la diferencia. Son como semillas crísticas que aportan transformación. Irradia luz. Ayudan a que el futuro no se manifieste de manera desalmada. Fluir con esta corriente, que conduce al océano de la existencia, entraña desafíos que nos permiten crecer y nos impulsan a continuar evolucionando. Implica aventurarse en terrenos desconocidos. El río nos invita a desaprender para seguir aprendiendo, porque sólo lo que se vacía puede volver a llenarse. Sus piedras no son dificultades, sino oportunidades disfrazadas que nos ayudan a elevar. ¿Comprendes lo que te estoy diciendo o simplemente piensas que se trata de palabras armónicamente entrelazadas para que puedan sonar bien? Sabes que las casualidades no existen. Si estas leyendo esta nota es porque tu espíritu necesitaba recordar. No permitas que estas frases queden sólo en el plano mental. Tírate al agua. Arriésgate. Cuando se sumerja en este río de conciencia verá cómo las vivencias se transforman en maestras multidimensionales que te ayudarán a experimentar una realidad que transformará tu vida. Existen innumerables formas de contribuir a que este incipiente caudal se torne aún más cristalino. Si nos animamos a reconocer nuestro lado más oscuro, si trascendemos nuestras limitaciones y transmutamos los miedos que nos mantienen cautivos ya estamos ayudando. Lo mismo si ponemos conciencia en cada uno de nuestros actos y desplegamos, sin reservas, nuestro potencial para materializar una realidad que esté acorde con lo más puro de nuestro ser. ¿Por qué te preocupas tanto? Hagas lo que hagas, los demás siempre hablarán. Recuerda que a este mundo vinistes solo y te iras del mismo modo. Absolutamente solo. Rompe la careta social, tírala. Deja que tu ser interno lo guíe y lo instruya. Escucha la voz que emana desde el centro de tu pecho. Sigue tus consejos, son inmaculados. No importa que algunas personas se rían en tu cara y te desacrediten. Muchos disfrazan de ese modo el temor que les provoca el cambio. No saben lo que hacen. El tiempo les mostrará quién terminó riendo último. Vamos... Anímate. Juega. Salta. Disfruta. Recupera tu inocencia. Mira a la vida con ojos nuevos. Explora tu interior. Conocete. Restablece tu vínculo con la naturaleza. Aliviana tu mochila. Expande su divinidad. Despierta. Redescubre su magia interna. Equilibrate. Ayudate a cambiar. Permítete soñar. Sacude el polvo a tus talentos. Multiplica tus dones. Respeta tu sentir. Empieza a sanar. Vive!!. No te distraigas. Presta atención. Siente cómo el río de la conciencia late con cada pensamiento de luz que recorre tu cuerpo. El agua renueva y purifica. Inhala su perfume, es pulsión de vida. Observa con el corazón y comprobaras que no existen las divisiones. El río se compone de millones y millones de gotas que danzan en la unidad, más allá de todo ego. Transforma tu desierto. No dejes que tus gotas se esfumen bajo el sol abrasador de la indiferencia y el desgano. Viértelas en el río de la existencia. Cierra tus ojos y facilita que el murmullo de las aguas guíe tus pasos. Descubre que nunca puedes encontrar afuera lo que siempre estuvo dentro. Sí, ya lo sabía, es cierto. Simplemente lo había olvidado. El río está en tu interior. Permite que el agua corra. Derrumba sus compuertas. No temas. Abre tu corazón de par en par. Deja que el agua penetre y lave tus heridas. Renace. La existencia, agradecida: una gota más.
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SUME PARA QUE CREZCA EL RÍO DE LA CONCIENCIA ESPIRITUAL Por Julio Andrés Pagano
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De: elvira |
Enviado: 15/05/2011 22:13 |
Permite que el agua corra. Derrumba sus compuertas. No temas. Abre tu corazón de par en par. Deja que el agua penetre y lave tus heridas. Renace. La existencia, agradecida: una gota más.
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