Busca en ti la suave impunidad, la vitalidad que palpita los sueños, la inercia del vuelo que te haga llegar a esa claridad de tus pasos nuevos.
Busca en ti el hábitat de las caricias, las premisas que liban en el corazón para pintar de sol cada uno de tus días y siempre que decidas sentir la ilusión.
Busca en ti el soldado de tus batallas, la calma aunque llegue tarde y desesperes, las mieles del panal de tus ganas para llegar a mañana siendo la de siempre.
Busca en ti la flor y la propia espina, dobla las esquinas que necesites virar para llegar al cielo que tu decidas con la niña y la mujer que en ti van.
Busca en ti tu mejor aliado, pues caminan los años sin otro reloj que aprender del error que haya confesado y no quedar parado si se para el motor.
Busca en tí el gesto y el poema, la sal y la arena del mar de los sueños, el filo del momento que te haga cierta y la puerta abierta a todos los estrenos.
Esencia
|