Te Dedico esta historia de amor, en la que los protagonistas somos tu y yo.
Habla de nuestro amor, te dice que naciste predestinado a amarme y que algunos años después nací yo para entregarte mi alma un día.
Ves como el viento arrastra las hojas de los árboles? con sutileza pero con fuerza para levantarlas y llevarlas lejos ? así nuestros sentimientos fluyen con sutileza en el silencio de nuestros sentir pero con fuerza y verdad en nuestro corazón.
Todo lo que escribo es sobre nosotros, desde ese maravilloso encuentro en que se hizo demasiado evidente, la atracción que sentimos al conocernos.
He de contarte que durante días, meses y años nuestras almas se han encontrado en secreto en valles, montañas y ríos así se aman por que nuestro amor no necesita de un cuerpo va mucho más allá de la piel.
Tu y yo somos el amor en su más pura esencia, no hay otro como el nuestro, nuestros sentimientos subsisten por sí solos, cuando se pensó en la palabra amor, nuestras almas estaban presentes.
Todo estaba confabulado para que nos amásemos, estrellas, lunas, eclipses, fueron testigos dos almas profundamente sensibles se han de amar un día.
Y hoy estamos en este momento de nuestras vidas y te puedo decir que estoy encantada de amarte. Amo todo lo que hago por ti, como escribirte por ello mientras lees esta carta, sienteme en cada una de sus frases que con tanta devoción escribo.
Cierro mis ojos en esta noche y puedo escucharte, las olas de la mar traen tu voz como un suave susurro imperdible a mi oído enamorado,
me dices te amo...y suspiro... yo también te amo cielo mío y sonrío por que te sé tan mío, pues tengo tu alma ella vive aquí conmigo.
Esta noche viajo hasta ti en estas mis letras te veo dormir, te acaricio suavemente, me recuesto a tu lado en tu lecho en ese lugar que me reclama pues es mi lugar, veo tu respirar y escucho nuestros corazones latiendo al unísono.
Mañana al despertar sabrás que que he estado allí te lo dirán los lirios, los pensamientos y las rosas pues en sus perfumes estaré.
Nos amaremos siempre mi vida más allá de la vida misma pues es nuestra promesa amarnos eternamente.
Me dijiste un día que volverías a nacer y vivir de nuevo tu vida para volverme a conocer y amarme nuevamente y yo te digo que nos volveremos a amar en otra vida, con otros nombres, en otros cuerpos, pero seremos las mismas almas sedientas de vivirnos por que una sola vida no basta,
para tanto amor.
Autora: Dery Domínguez,
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