Déjame volar en el cielo de tus silencios
para curar tus heridas y revestirlas de amor.
Quiero regalarte la serenidad que se siente
al caminar por un bosque, donde el silencio te abraza
para que le cuentes tus secretos mas profundos
mientras Dios te acaricia con sus cálidos rayos de sol.
Quiero regalarte los bellísimos colores que pintan el ocaso,
para llenar tu mirada de belleza y esplendor,
el aroma eterno de los jazmines blancos,
la exquisita fragancia del naranjo en flor
y una roca para sentarme a tu lado en silencio,
para escuchar tus dulces plegarias de Gratitud a Dios.
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