Quizás deba hacer terapia, por esta cuestión de pertenecer
a la generación que tenía un mandato prolijo: debíamos ser,
las mejores hijas, las mejores esposas - amantes,
las mejores madres, las mejores profesionales, etc.,
Y ahora que ya hice todas esas cosas lo mejor que pude ,
no siempre tengo ganas de cuidar nietos,
ni de escuchar los problemas de los demás y
me gusta estar sola, mirar películas y rascarme el ombligo.
Ya demostré, quien soy como persona.
Lo que me queda de vida, intento que sea
mío disfrutándolo con lo que me venga en ganas:
viajando, comprando, tomando café con una amiga,
haciendo lo que me plazca,
así sea estar sin hacer nada una semana
Me he dado cuenta que por más que los
demás nos amen mucho y seamos importantes para ellos,
todos seguirán viviendo cuando no estemos.
Por eso ya es tiempo de NUESTRO tiempo,
y de dejar de rendir examen en tantos
roles con que la vida nos puso a prueba.