Para cumplir con la recomendación de 400 unidades diarias, millones de niños tendrían que tomar suplementos con vitamina D, de acuerdo con la Academia Americana de Pediatras. Esto incluye a los lactantes, incluso a los que reciben cierta cantidad de fórmula, y a muchos adolescentes que beben poca leche o ninguna.

La fórmula para bebés contiene vitamina D, de modo que los que se alimentan sólo de la fórmula generalmente no necesitan suplementos. No obstante, la academia recomienda que los niños sean lactados por lo menos durante su primer año de vida, y la leche materna a veces no contiene la suficiente cantidad.

La mayoría de las variedades de leche disponibles comercialmente están fortificadas con vitamina D, pero la mayoría de los niños y adolescentes no beben suficientes cantidades de leche --se necesitaría cuatro vasos diarios-- para cumplir con el requerimiento, según el doctor Frank Greer, coautor del informe.

Las nuevas recomendaciones están basadas en investigaciones cada vez más numerosas acerca de los potenciales beneficios de la vitamina D, que van más allá de fortalecer los huesos, incluyendo sugerencias de que puede reducir los riesgos de cáncer, diabetes y enfermedades cardíacas.

Pero la evidencia no es concluyente, y no existe un consenso acerca de la cantidad de la vitamina necesaria para prevenir la enfermedad.

Las nuevas recomendaciones reemplazan una del 2003 de sólo 200 unidades al día. Esa es la cantidad recomendada por el gobierno para niños y adultos de hasta 50 años; 400 unidades es la dosis recomendada para los adultos de 51 a 70 y 600 unidades para las personas de 71 años en adelante.

La vitamina D se vende en gotas (para niños pequeños), cápsulas y tabletas.

Aparte de la leche y de otros alimentos reforzados como los cereales, la vitamina D se encuentra en pescados grasosos como el atún, la macarela y la sardina.

Pero es difícil de conseguir la suficiente a través de la dieta.

La mejor fuente es la luz solar porque el cuerpo fabrica vitamina D cuando la luz solar se pone en contacto con la piel.