El año ha muerto, fue enterrado anoche, y el olvido devora ya sus restos. Nos dió rayos de sol, nos trajo nubes, nos hizo escuchar risas y lamentos. Yo le he visto marcharse, y no he llorado; y me he encontrado con el Año Nuevo, este año joven, luminoso, optimista, bullanguero, que en su primer abrazo me ha dejado la amargura y el frío de un mal sueño. Ahuyentando a la gente, camina por las calles el invierno; yo estoy en casa, hay música a mi lado, pero resbala sobre mí el silencio.
El año ha muerto, fue enterrado anoche, y el olvido devora ya sus restos. Nos dió rayos de sol, nos trajo nubes, nos hizo escuchar risas y lamentos. Yo le he visto marcharse, y no he llorado; y me he encontrado con el Año Nuevo, este año joven, luminoso, optimista, bullanguero, que en su primer abrazo me ha dejado la amargura y el frío de un mal sueño. Ahuyentando a la gente, camina por las calles el invierno; yo estoy en casa, hay música a mi lado, pero resbala sobre mí el silencio.