La noche mas tardía en su frágil oscuridad se desquebraja ligera en su viento por el hálito helado de los más madrugadores.
Al rato el filo del cielo es amarillento a veces rosa palo comienzan a encenderse las fachadas y un cerco negro pálido marca el linde de las moles de ladrillo
y cemento.
Braman chimeneas cercanas brusca respiración latente conjunta de algunos frioleros y lejos entre antenas prófugos satélites o rastros estelas de nuevos rumbos comienza a intuirse un nuevo amanecer.