* El pesimismo burgués es en ultima instancia el reconocimiento de que representan a un sistema socioeconómico en clara decadencia y condenado históricamente.
* Los marxistas confiamos que la lucha de las masas oprimidas dará como resultado que la sociedad cambie de bases.
Salvador PEREZ
El marxismo ideológicamente se basa en la realidad objetivo y tiene posiciones optimistas ante el futuro de la humanidad, que mediante una lucha permanente necesita ir abriéndose paso en el proceso histórico hacia la toma del poder económico, social y político, situándolo en las manos organizadas y conscientes de la clase trabajadora, para construir una sociedad armónica y genuinamente progresista, en donde todo gire entorno a la satisfacción de las necesidades del conjunto de la sociedad, lejos de las avaricias del beneficio privado de un puñado de individuos, como ocurre en la actualidad.
Si nosotros miramos un día cualquiera los medios de comunicación del sistema, las declaraciones de los principales estrategas de la clase dominante, de sus representantes políticos, incluyendo a los socialdemócratas, que defienden entusiastamente, con mas ilusión que los propios burgueses, el mantenimiento del orden capitalista, aunque lo tengan que llevar ellos apoyados en muletas, solo podremos ver un generalizado pesimismo ante el presente y futuro de un sistema social que esta enfermo crónico, que llama objetivamente a que lo derriben de la historia, como si de una momia se tratara. Ese pesimismo es en ultima instancia el reconocimiento objetivo de que representan a un sistema socioeconómico en clara decadencia y condenado históricamente.
Los marxistas somos optimistas, por el hecho de que tenemos plena confianza en la capacidad de lucha de las masas y en que esta lucha es inevitable. Tenemos confianza en que las masas tienen una capacidad tremenda para ser creadoras de progreso, superadora de los obstáculos existentes para cambiar este decrepito sistema, el capitalismo, por una sociedad verdaderamente democrática. Confiamos que finalmente la lucha de las masas oprimidas por el capitalismo dará como resultado que la sociedad cambie de bases, que el el interés colectivo se situé en el primer punto del orden del día, en donde la justicia y la igualdad social no sean palabras, sino hechos reales.
En ultima instancia los marxistas sabemos que la lucha será dura, llena de dificultades, pero confiamos plenamente que la humanidad encontrara el camino en la lucha hacia una sociedad de igualdad y justicia social, el socialismo. El marxismo se basa en el análisis dialectico de la realidad y por ello jamás ha visto en el capitalismo el sistema divino y natural de vida del ser humano. Antes que el capitalismo existieron otros tipos de sistemas sociales y el capitalismo a su vez dará paso a un sistema superior de civilización humana.
Sin lugar a dudas la revolución venezolana, la participación revolucionaria de las masas en el proceso de la revolución durante al menos los últimos 15 años, ha sino una fuente de inspiración para los genuinos marxistas, que sin creer que asistíamos a una revolución socialista ‘pura’, la cual jamás tuvo lugar en la historia, si hemos visto un polo de referencia para el movimiento internacional en la lucha contra el capitalismo.
Solo estúpidos ultraizquierdistas, acompañando a los sectores mas derechistas y de la propia burguesía por cierto, criticaron sistemáticamente y se opusieron a la revolución venezolana por ‘insuficiente’. “Un paso real del movimiento vale mas que miles de programas”, explico Marx.
Los marxistas por supuesto tenemos el deber de acompañar a las masas en su aprendizaje en el proceso revolucionario, no pretender ser sus ‘profesores aventajados’. Y ante todo el deber de todo socialista revolucionario es apoyar con las dos manos todos los procesos progresivos de lucha de las masas, al tiempo que explicamos pacientemente la necesidad de que la clase trabajadora debe tomar el poder real, las palancas fundamentales de la economía, la sociedad y el Estado, para cambiarlos radicalmente y ponerlos al servicio de nuestras necesidades colectivas. Por ello era un obligación de primer orden para cualquier marxista apoyar los avances de la revolución en la etapa de Hugo Chávez y lo continua siendo en la etapa del presidente Nicolás Maduro.
Por supuesto los marxistas no podemos ser acríticos con el gobierno venezolano. Los marxistas debemos ser los primeros en exigir a un gobierno que se dice revolucionario que luche seriamente contra todas las carencias que aun sufren las masas, al tiempo que criticamos las política ‘tibias’, que finalmente no contentan a nadie, del mismo gobierno.
En este sentido creemos que el gobierno de Nicolás Maduro tiene la obligación de tomar medidas radicales contra el poder que la burguesía continua ejerciendo sobre los medios de producción y financieros, que es utilizado para boicotear e intentar tirar abajo a la propia revolución bolivariana en Venezuela. Exigimos al gobierno de Nicolás Maduro que pase de las palabras a los hechos, que luche seriamente contra la quinta columna de la burguesía que esta enquistada dentro del propio movimiento bolivariano, muy concretamente una lucha a fondo contra la burocracia que sabotea a la propia revolución.
Pero nuestras criticas como marxistas a la política del gobierno venezolano de no romper todos los lazos con el capitalismo, procediendo de forma urgente a expropiar y poner bajo el contra de los trabajadores a las grandes empresas, los bancos, las entidades financieras y las grandes propiedades de tierras y ganaderas del país, no deben jamás permitir que los propios trabajadores conscientes nos vean en la misma trinchera de los grupos ultraizquierdistas, en los márgenes estrechos del movimiento, que gritan constantemente que el gobierno de Nicolás Maduro es lo mismo que Capriles y compañía. Ello es un error garrafal, propio de inútiles para la revolución en si mismo y que el mejor de los casos ‘juegan con el proceso revolucionario’.
Los marxistas tenemos la obligación de dejar claro que apoyamos a Maduro y su gobierno en contra de los planes reaccionarios de boicot y sabotaje consciente de la clase dominante a la economía venezolana, al objeto de crear el caos económico, el desabastecimiento y justificar los planes de golpe de Estado de la reacción. Apoyamos al gobierno y lo animamos a ir mas lejos en esa lucha contra la reacción, ayudando a crear poder popular en las Comunas, en los barrios, las ciudades, los centros de trabajo, a crear órganos de poder popular para combatir a fondo el sabotaje de la clase dominante.
Por supuesto que apoyamos los planes del gobierno de Maduro de reducir la pobreza en Venezuela, a nivel Cero, para el año 2019. El presidente Maduro ha declarado que “Nuestra meta luego de los avances sociales de la (Revolución) es Pobreza Cero para el 2019, a pesar del saboteo burgués, con nuestro pueblo venceremos... En el día mundial contra la erradicación de la pobreza, la Venezuela Bolivariana avanza hacia el futuro socialista con la misiones (programas sociales impulsados por el Ejecutivo nacional) de (Hugo) Chávez".
Un dato objetivo concreto demuestra las enormes ventajas y superioridad de las políticas sociales de un gobierno basado en el apoyo del pueblo revolucionario, con respecto a cualquier gobierno representante de la burguesía en cualquier país del mundo: Desde que Hugo Chávez llego al poder en Venezuela, 1999, se ha reducido ya en mas del 50 por ciento los niveles de pobreza, habiendo dedicado el gobierno bolivariano mas de 551 mil millones de dólares a inversión social.
Ello contrasta objetivamente con las políticas consistentes en reducir o acabar con los presupuestos sociales en la casi totalidad de los ‘democráticos países de Europa y en los propios EEUU, en donde vemos por todos sitios crecer el numero de personas afectadas por el desempleo, la miseria y el hambre. En los últimos artículos de este Blog damos datos elocuentes del enorme aumento de las desigualdades, el desempleo, la miseria y el hambre, desde los EEUU, a España, Francia, Grecia, Italia, Reino Unido,…
Es por todo ello que el ejemplo de la Venezuela revolucionaria continua molestando de sobremanera a la clase dominante de todo el mundo. Y por todo ello por lo que los marxistas, los socialistas de verdad, los luchadores de todo el mundo tenemos la obligación de continuar apoyando firmemente los avances revolucionarios en Venezuela, al tiempo que seguimos manifestando “que otro mundo mejor es posible, el socialismo”, por lo cual animamos y apoyamos a las masas trabajadoras en Venezuela a continuar la lucha contra de la oligarquía venezolana, la burguesía y los banqueros, a concluir el proceso revolucionario construyendo una sociedad socialista en Venezuela.
Esto sin duda será un autentico polo de atracción para el resto de las masas en el continente latinoamericano, en el mundo, en la lucha por construir una sociedad de justicia e igualdad social: el socialismo.