El PP de Valencia cierra los ojos al Xúquer y l'Albufera
"La ausencia del concejal de Valencia aquel sábado fue la de todo el PP de Valencia, ciudad propietaria de l'Albufera"
José Pascual Fortea
12 JUN 2014 - 18:31 CET
Debo confesar que no me sorprendió la ausencia de ningún
representante del gobierno municipal de la ciudad de Valencia en la
manifestación que en defensa de l'Albufera que se llevó a cabo el pasado
31 de mayo en El Palmar. Allí nos unimos agricultores y ecologistas,
entidades ciudadanas y sindicales, concejales de la Ribera y usuarios
del lago. Estábamos prácticamente todos menos el Gobierno de Valencia y
el Ayuntamiento de El Palmar, la pedanía que Blasco Ibáñez popularizó y
que es indisoluble de la propia Albufera.
Ni un sólo edil de los veinte que el Partido Popular (PP) tienen el el cap i casal
se adhirió al acto que reivindicaba poder dejar a nuestros hijos y
nietos una Albufera limpia y viva. De ese Consistorio había
representantes del PSPV-PSOE y de Compromís... pero ninguno del PP. Y
eso que Valencia tiene un concejal para la demarcación territorial de la
Dehesa y l'Albufera. Hablo de Vicente Aleixandre, agricultor arrocero y
propietario de un negocio de hostelería que, como muchos más paisanos
suyos, se ha ganado la vida como agricultor o al amparo de las virtudes
turísticas del lago.
La ausencia de Aleixandre aquel sábado fue la de todo el PP municipal
de Valencia, ciudad propietaria de l'Albufera. ¿Debe interpretarse que
no les interesa una laguna de aguas limpias? Que cada cual saque sus
propias conclusiones. Le dieron la espalda al futuro digno que necesita
esta importante zona húmeda, para la cual, todo sea dicho de paso, la
Generalitat Valenciana y varios ayuntamientos, entre ellos el de
Valencia, piden que sea declarada Reserva de la Biosfera.
Nunca he escondido mi militancia en el PP y en Sueca, mi pueblo, fui
uno de los fundadores de Alianza Popular (AP). No por ello soy, ni voy a
ser, sumiso de las directrices marcadas por mi partido “de toda la
vida”. Lo dicen los técnicos y así lo entendemos los regantes: el nuevo
Plan de Cuenca del río Xúquer da pocas garantías al futuro de la Ribera y
de l'Albufera. Y se ha llegado al extremo ridículo de que los
ayuntamientos de la comarca que baña el río, e históricamente ha
soportado trágicas inundaciones de sus incontrolables riadas, deban de
pagar ahora el agua para beber cuando ciudades como Valencia, Sagunto o
Albacete tienen una concesión propia sin tener que rascarse el bolsillo.
No soy la única voz discordante con las pretensiones del PP para el
Xúquer y l'Albufera, no. Dentro del mismo partido, cada día son más las
voces discrepantes con el nuevo Plan de Cuenca que nos deja igual o peor
que en el de 1998. Una vez más se reparte agua que tan sólo existe
sobre el papel; al río se le asigna un caudal ecológico mínimo;
pretenden un segundo transvase para el que no hay, ni habrá, consenso de
la parte cedente; l'Albufera queda a expensas de supuestos retornos de
riego y poco mas...
Confesaba al principio que no me sorprendía la ausencia de concejales
del PP de Valencia (antes del Turia, hoy, del Júcar, porque nueve de
cada diez litros de agua que salen por su grifos proceden del río de la
Ribera) en el acto reivindicativo de El Palmar. No me sorprendía pero es
sorprendente que sigan cerrando los ojos y dando la espalda. El futuro
del agua del Xúquer para su comarca y para l'Albufera, sin distinciones
de colores políticos, es la vida para nuestros hijos y nietos.
José Pascual Fortea es presidente de la Comunitat de Regants de Sueca.