El banco español Santander despidió a cuatro empleados tras el repudio de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, de una nota donde el banco sostenía que la reelección de la mandataria afectaría negativamente a la economía. Rousseff exigió explicaciones. Rápidamente se disculpó el titular de la entidad, el español Emilio Botín, y luego se produjeron los despidos. “Un país no debe aceptar una interferencia de ninguna institución financiera de ningún nivel –afirmó Rou-sseff–; es inadmisible, lamentable, no sólo para mí, sino para cualquier candidato.”