Página principal  |  Contacto  

Correo electrónico:

Contraseña:

Registrarse ahora!

¿Has olvidado tu contraseña?

Catalunya Universal
 
Novedades
  Únete ahora
  Panel de mensajes 
  Galería de imágenes 
 Archivos y documentos 
 Encuestas y Test 
  Lista de Participantes
 ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ 
 Normes 
 Presenta,t 
 Funcionament 
 ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ 
 Debats i Mès 
 Lletres Catalanes 
 La Nostra Cuina 
 Catalunya en Imatges 
 Un Xic dHistòria 
 Administració 
 La Jungla 
 ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ 
 PSP en Català 
 ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ 
 Grups Amics 
 ♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥ 
  
  
 
 
  Herramientas
 
General: Francisco, el nuevo teólogo de la Tierra
Elegir otro panel de mensajes
Tema anterior  Tema siguiente
Respuesta  Mensaje 1 de 1 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 19/06/2015 13:01

Francisco, el nuevo teólogo de la Tierra

La primera encíclica confirma que la Iglesia tiene un Papa alejado de esquemas pasados

  

El papa Francisco, el miércoles en el Vaticano. / Alessandra Tarantino (AP)

  

La primera encíclica de Francisco, Laudato si', dedicada a la “deuda ecológica” contraída con nuestro planeta, ha confirmado, si es que era necesario, que la Iglesia tiene hoy a su frente a un Papa que se escapa a todos los esquemas del pasado. Nos hallamos, en efecto, ante el obispo de Roma más diferente desde los tiempos del apóstol Pedro.

Su primera encíclica, que coloca en un mismo abrazo a la fe y a la ciencia, a Dios y a la Tierra y crea un nuevo pecado, el ecológico, podrá hacer estremecer a no pocos católicos tradicionales.

Francisco, en vez de empinarse hasta los cielos con una encíclica sobre Dios vociferando contra los pecados, contra la fe y la moral, ha bajado hasta los infiernos de los detentores del poder que con su avaricia por querer dominar la Tierra, según sus cálculos capitalistas, prepararan para las nuevas generaciones un planeta “de escombros, desiertos y suciedad”.

Para Francisco, al mejor estilo de los teólologos de la liberación, condenados al ostracismo por sus antecesores por considerarlos más volcados en lo humano que en lo divino, se coloca a sí mismo en la versión más moderna de "teólogo de la ecología”, en expresión acuñada por el brasileño Leonardo Boff.

La nueva encíclica quiebra paradigmas en la Iglesia que un día condenó a Galileo y que vivió un largo divorcio de siglos con la ciencia y los no creyentes. En ella, se da voz y credibilidad a los científicos modernos más serios, prescindiendo de si son o no creyentes, empeñados en demostrar que somos nosotros, con nuestra codicia y descuido, los responsables por los graves cambios que ya se advierten en el planeta.

Leyendo con atención la nueva encíclica, queda claro que el Papa que apostó desde el primer momento de su pontificado por la periferia pobre y saqueada de la tierra, por la escoria humana, con clara y valiente visión evangélica, sabe lo que se juega.

Sabe que la Iglesia se juega su presente y su futuro, su credibilidad y la misma fidelidad a su mensaje original, no en las viejas teologías y derechos canónicos, sino en la defensa de lo que es más nuestro como es el planeta. Una riqueza que es social, que no debe tener dueños definitivos, sino que pertenece a todos, especialmente a los que más sufren las consecuencias de su explotación por los que se creen los dioses intocables del poder.

Una encíclica que al abordar un tema fundamental que afecta a todos, creyentes, agnósticos y ateos, ricos y pobres, por su interés universal y los peligros que acechan a la humanidad entera, es a la vez la más ecuménica de todas las hasta ahora proclamadas por un papa.

En un mundo huérfano de líderes mundiales capaces de imponerse por su fuerza moral y de enfrentarse ante los tiranos como hizo Jesús con Herodes, la arriesgada decisión del papa Francisco de dedicar su primera encíclica no al cielo, sino a la tierra, condenando a los responsables del nuevo holocausto ecológico, lo consagra como un gran líder mundial no sólo espiritual sino también social y hasta político.



Primer  Anterior  Sin respuesta  Siguiente   Último  

 
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados