A La Habana ha llegado un documental de nombre entrañable: Todo Guantánamo es nuestro. Lo interesante es que no se trata de la obra de alguien nacido allí, ni siquiera en Cuba. Lo hizo y lo trae Hernando Calvo Ospina, periodista y realizador colombiano residente en París, a quien debemos varios libros y más de un documental sobre temas cubanos, todos marcados por una militancia en la solidaridad europea que le han llevado a presidir la Asociación de Amistad Francia-Cuba, a pesar de lo cual sabía muy poco de la realidad de Guantánamo.
«En febrero de 2014 presenté el proyecto a la Asociación de Solidaridad Francia-Cuba y a otras europeas, pero en el vaivén de los preparativos, llegó diciembre. Raúl y Obama hablaron, volvieron a Cuba los Cinco y muchos en el mundo creyeron que ese era el fin del bloqueo. En unas semanas, la urgencia nos cambió el tema. Con los medios de Guantánamo, hicimos Bloqueo a Cuba, el genocidio más largo».
Aquel documental, con entrevistas a Josefina Vidal, directora general de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, y a otras personas involucradas en el proceso de normalización de las relaciones entre La Habana y Washington, ayudó a diseminar por intermedio de la solidaridad la verdad en cuanto al cerco financiero: que por más personalidades políticas y artistas estadounidenses que viajen a Cuba, el bloqueo está ahí, como el dinosaurio de Monterroso, para despertar a quienes podrían estar soñando otro sueño.
A Guantánamo le llegaría su película varios meses después, con la cooperación indispensable de Resumen Latinoamericano y del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los pueblos, organización nacida del movilizador Comité por la Libertad de los Cinco, y los comités de solidaridad en Italia, Francia, Suiza y Luxemburgo.
«Guantánamo es un tema del que casi todos creemos saber algo y del que casi ninguno sabemos nada —reconoce Calvo Ospina—. Yo mismo, ni había caído en cuenta que Cuba tenía una frontera con Estados Unidos en tierra. La primera vez que revisé un mapa y leí esa palabra, corrí a comprobarlo en los documentos oficiales cubanos. No podía creerlo. Todo el tiempo hablamos de la soberanía absoluta de Cuba. Solo aproximándonos a Guantánamo pudimos ver de qué habla Fidel cuando se ha referido al puñal clavado en el costado de su pueblo…»
Pero a Calvo Ospina le faltaba ver los mapas en el terreno y su impacto en los sentimientos. La oportunidad llegó con el evento internacional sobre bases militares que en noviembre pasado realizaron el Movimiento Cubano por la Paz y otras organizaciones, en la ciudad capital de Guantánamo con visitas a Caimanera.
«Hasta ese momento, de esa provincia, yo solo había oído La Guantanamera y el horror de los testimoniantes de la prisión abierta en la Base después de la invasión a Afganistán. Imagínate cuánto ignoran otras personas menos relacionadas con este país. Algunos creen incluso que Cuba participa con Estados Unidos en las torturas a los presos».
«Hice este documental aprendiendo —apunta Calvo Ospina— y traté de transmitir en él los sentimientos que me embargaron viendo aterrizar, a pocos metros de distancia, en territorio que pertenece por derecho propio a la nación más libre de Latinoamérica, los mismos aviones Hércules que llevan invasiones y guerras a tantas partes… fue muy impactante».
El estreno de Todo Guantánamo es nuestro, el 19 de mayo en París, copó las 200 localidades de la sala de cine Le Clef. Allí, Eduardo Torres Cuevas, presidente de la Academia de Historia de Cuba, e Ignacio Ramonet, director de Le Monde Diplomatique en español, aportaron los análisis históricos. El documental, en su versión francesa, llevó el «sentimiento de la gente común» que hace su vida junto a la frontera.
«Porque —Calvo Ospina advierte— el documental no está orientado al pueblo cubano, familiarizado con la historia de ese nombre, sino a los que creen que Cuba llega hasta Santiago, públicos que no saben que existe en la Isla un lugar como Guantánamo, fronterizo con una Base yanqui. No es lo mismo leerlo que verlo desde la perspectiva de los que viven allí».
Además de París, el documental se estrenó el mismo día en Luxemburgo y Suiza. El 20 de mayo se presentó en Buenos Aires —ciudad donde tiene su sede principal Resumen Latinoamericano— y posteriormente tuvo una exhibición especial para el Parlamento Europeo, también a sala llena. En varias ciudades de España se realizaron exhibiciones en cines comerciales, incluyendo la pequeña localidad de Torrejón de Ardoz, vecina de una base militar estadounidense.
Según cuenta Calvo Ospina, «allí se expresó una fuerte solidaridad con Caimanera, con la que están hermanados, por el impacto negativo que tienen esas bases militares en la dignidad nacional».
El acontecimiento, silenciado por los grandes medios europeos, ya cuenta con elogiosos comentarios y promociones en medios alternativos digitales y las cadenas multinacionales Telesur y Al Mayadeen han adquirido derechos de transmisión.
Todo Guantánamo es nuestro será presentado por primera vez en un cine cubano en la ciudad de Guantánamo, mañana 18 de julio, y al día siguiente en Caimanera, con la participación de su realizador, miembros de Resumen Latinoamericano, del Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los pueblos, además de autoridades de la provincia y funcionarios del ICAP.
Por su lado, el Presidente de la Asociación de Amistad Francia-Cuba dice que volverá a Guantánamo, pero no solo a presentar su documental. «Quiero que llevemos proyectos más allá de las ciudades a otros territorios de la provincia, prácticamente vírgenes en todos los sentidos. Allí está la fuente de los ritmos que gustan tanto en el mundo y de tantas otras cosas que distinguen a Cuba. Ya siento necesidad de volver a Guantánamo».
- Enviar por Email
- Compartir: