Dice un proverbio chino que para emprender un largo camino lo más importante es dar el primer paso. Hace unas semanas parecía que la situación en la península coreana evolucionaba sin freno hacia una catástrofe de magnitud incalculable. Sin embargo, la rama de olivo tendida a Corea del Sur por Kim Yon Un, líder de Corea del Norte a principios de año tuvo una rápida y positiva acogida de su homólogo Moon Jae-in.