“Nada más inestable que las promesas de un amor de verano y las decisiones políticas en un país de baja institucionalidad”, dice el politólogo Oswaldo Moreno. Por ello, coincide con otros analistas que sostienen que descartar a Correa por los resultados de la consulta popular sería un error. El excandidato presidencial Norman Wray dice que no sería raro que en un futuro no tan lejano se vuelvan a cambiar las reglas del juego político.
“Estos resultados son el precio que Alianza País ha debido pagar por su incapacidad para la autocrítica. En lugar de afrontar la corrupción que empezaba a carcomer su proceso, decidieron llamarla por otros nombres: golpe blando, conspiración, entre otros. No hubo una autodepuración necesaria, y otra vez más, la política en el Ecuador se encuentra totalmente desprestigiada”, dice Wray. Otra vez más, el Ecuador ha decidido en consulta popular y ha reformado una Constitución que, en 2008, sus autores prometieron duraría 300 años. Han pasado apenas diez.