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Hace un cuarto de siglo Rusia probó con éxito la posibilidad de iluminar áreas aisladas de la superficie terrestre con un sistema de aparatos reflectores desplegados en el espacio. El Estudio Roscosmos conmemora el proyecto, que podría tener un nuevo impulso.
La ‘mancha’ de luz tenía 5 kilómetros de diámetro y se movía a una velocidad de 8 kilómetros por segundo. El experimento duró 6 minutos.
Los meteorólogos alemanes midieron la luminosidad del reflejo de Znamia 2 (‘Estándar 2’, en español) y la consideraron equivalente a la de la luna llena. El sucesor de la misión debía superar la luminosidad de la luna en 5 o 10 veces, pero sufrió una avería durante el despliegue en 1999 al impactar contra una antena de la estación orbital Mir.
La iluminación artificial tiene importantes usos en la industria. Su tarea principal sería dar luz a las regiones del norte durante la noche polar. También es posible emplear un espejo espacial según la necesidad: iluminar las regiones de catástrofes naturales, ejercicios militares, megaproyectos de construcción o acontecimientos deportivos a gran escala.
(Sputnik Mundo)
Un sol adicional en pleno firmamento: ¿cómo iluminar la Tierra de manera artificial? (vídeo)