Una investigación de la Policía Civil de Río de Janeiro, Brasil, ha demostrado que las balas que mataron a la concejala y dirigente social Marielle Franco pertenecían a la Policía Federal, informa la cadena O Globo. El hecho, por su parte, da fuerza a las especulaciones de que los agentes podrían estar detrás del asesinato.
De acuerdo a los resultados de las pericias de la División de Homicidios, las municiones fueron vendidas a la Policía Federal por una compañía privada en el 2006 y pertenecían al lote original UZZ-18, es decir, no han sido recargadas.
Los departamentos de la Policía Civil y Federal han anunciado su intención de iniciar un trabajo conjunto de rastreo para investigar la fuga del material.
Marielle Franco, concejala de Río de Janeiro, volvía a su casa la noche de este miércoles luego de un acto político cuando desde un vehículo no identificado le comenzaron a disparar. La mujer, de 38 años, murió acribillada, al igual que el conductor de su auto, Anderson Gomes. Su asistente de prensa, que también viajaba con ellos, logró salvarse.
La dirigente pertenecía al Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y se había opuesto a la militarización de la ciudad, decretada por el presidente Michel Temer y avalada por la Cámara de Diputados y el Senado. Además, su activismo se había enfocado en la defensa de los derechos humanos y contra el abuso policial.