Los presidentes de todo el continente han sido convocados a Lima (Perú) para debatir sobre 'Gobernabilidad democrática frente a la corrupción', justo cuando está en efervescencia el escándalo político alrededor de la empresa constructora Odebrecht. El tema fue propuesto como debate central de la VIII Cumbre de las Américas, pautada para los días 13 y 14 de abril.
Los sobornos que la empresa constructora brasilera pagó a políticos de todos el continente para obtener contratos de obras fueron develados por la operación Lava Jato ('lavado a presión', en español). Las implicaciones del caso llegaron a tal punto que el presidente peruano Pedro Pablo Kuczynski (PPK), quien debía ser el anfitrión de la cumbre, dimitió de su cargo el pasado 21 de marzo, luego de revelarse que entre los años 2004 y 2007 recibió de Odebrecht la suma de 782.207 dólares.
RT consultó la opinión de varios analistas latinoamericanos sobre los alcances de esta reunión de mandatarios del continente.
Stella Calloni (Argentina): Cumbre sin contenidos
"América no puede esperar mucho de esta cumbre, mal llamada de las Américas. Es, mejor dicho, la cumbre de EE.UU.", dijo la periodista.
La veterana comunicadora precisa que la reunión de Lima "es una cumbre vaciada de contenidos y de conceptos". Al respecto ejemplificó que hay temas "de los que nadie habla" en esa reunión como "la presencia del gobierno golpista de Brasil, la crisis en Argentina o la feroz violación a los derechos humanos en México".
En su opinión, la cita de Lima es un intento del gobierno de EE.UU. "para intentar conseguir acompañamiento para su proyecto de una intervención a Venezuela".
Así, para Calloni, "la única defensa" que tiene la región es la Cumbre de los Pueblos o cumbre paralela, pero que no es reseñada por la prensa corporativa.
Julio Peñaloza (Bolivia): Sin importancia para EE.UU.
"Donald Trump no asistirá. Eso significa que Siria y el otro lado del mundo es mucho más importante para EE.UU.que América Latina", indica el analista político.
Refiriéndose al tema central de la reunión, recordó que "la región vive sacudones de transparencia con las acusaciones a varios líderes políticos, como ocurrió en Perú o la persecución contra el expresidente Lula".
No obstante, el también periodista cree que "el tratamiento de la corrupción, aunque generalizada en el continente, será amañado y solo tratarán de llevar agua al molino de la derecha".
Peñaloza estima que las sesiones "serán manejadas por Luis Almagro, secretario general de Organización de Estados Americanos (OEA), "para pegarle con todo a Venezuela, al gobierno de Nicolás Maduro y para atacar las elecciones de mayo".
Para países como Bolivia, "la Cumbre de las Américas no tendrá nada de beneficioso, ni productivo, ya que la autodeterminación y la no injerencia son principios que no se negocian", opinó Peñaloza.
Juan Alberto Sánchez (Colombia): Democracias buenas o malas
"Perú, por decir lo menos, es un país descuadernado. Tiene un Congreso inmerso hasta el cuello por la corrupción y un presidente que tuvo que renunciar precisamente por lo mismo. Pero hablamos de un Perú que no es distinto que la mayoría de los países de la región, cruzados por la descomposición política y la corrupción, donde los miles de millones de dólares de Odebrecht son apenas la punta de un iceberg", detalló Juan Alberto Sánchez, analista colombiano.
Ese mega caso de corrupción, indica, "deja sin pantalones la bufonada de nuestras democracias, que son buenas si son útiles para los grandes capitales transnacionales y transfinacieros, y muy malas si no lo son".
El también documentalista observa que en la reunión continental, "EE.UU. y sus gobiernos aliados" dirigirán sus esfuerzos para condenar a países como Venezuela, Cuba, Nicaragua o Bolivia, "acusándolos de constreñir las libertades 'corporativas', la justicia 'de las élites' y de expresión 'de los poderes mediáticos'".
Para Sánchez Marín, el tema central del evento, "causaría risa sino fuera por la gravedad de las repercusiones que puede tener". Es decir, "gobiernos que carecen de gobernabilidad, y que lo alcanzaron mediante argucias y estrategias corruptas, enfilan baterías y atacan a gobiernos con probada gobernabilidad y apoyo popular".
Finalmente, estima que "a la hora de la verdad, no importan mucho los temas en esta Cumbre, como no han importado en las anteriores. Ya que solo se trata de buscar el descrédito de ciertos gobiernos, la antipatía hacia determinadas políticas, la difamación de aquellas acciones que EE.UU. considera inconveniente a sus intereses".
Marcelo Colussi (Guatemala): Evidente dominación
"Estas cumbres permiten ver de un modo evidente que la región sigue siendo tratada como el patio trasero de la política de Washington", asegura el politólogo.
En su opinión, los mandatarios allí reunidos emiten "declaraciones políticas en las que indican dónde está cada quien en términos ideológicos y su alineamiento con posiciones conservadoras o transformadoras y donde los pueblos, generalmente, no tienen la menor idea".
Para el también analista internacional, estos eventos "bautizados como Cumbres de las Américas" operan como una suerte de "referéndum sobre las iniciativas del Gobierno estadounidense".
Así, en su opinión, el tema de la lucha contra la corrupción "será presentado como la nueva 'plaga bíblica' contra la que hay que luchar, obviamente, impulsada por EE.UU. y los gobiernos aliados". Una lucha que para el politólogo tiene un efecto "más político-mediático que social-real. Y solo representa un nuevo mecanismo de control de los intereses geoestratégicos del imperio".
"¿Qué beneficio nos trae a los latinoamericanos?", se pregunta Colussi, y su respuesta es: "Ninguno".
Arlenín Aguillón (Venezuela): El cristal con que se mire
Para este especialista en análisis del discurso, "los resultados de la cumbre dependerán de la óptica con el que se analicen".
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-TCP) no reconocerá las decisiones, tampoco sus anuncios, "y objetará, de manera íntegra, el contenido de los documentos" que emanen desde Perú, opina. Visto desde ese ángulo, considera que "la Cumbre de las Américas será un fracaso a nivel político".
Ahora bien, en ese encuentro, según el experto, el gobierno de Trump aprovechará "para ofrecer orientaciones sobre la forma de cubrir sus intereses en la región, específicamente con Venezuela, Rusia y China". Además, explicó que ya es un hecho público que Washington "sostendrá reuniones claves y podrá financiar tareas precisas". Entonces, desde esa perspectiva, "se observa un aspecto positivo para EE.UU.".
Por otra parte, Aguillón destaca como "otro gran fracaso" el hecho de que el secretario Almagro se haya visto obligado a admitir ante la prensa "que la Cumbre de las Américas no arrojará ninguna declaración conjunta sobre Venezuela". Para el también comunicador, este evento "arrojará muy poco. Será un foro político alejado de los verdaderos asuntos regionales".
Ernesto J. Navarro