La patria de Venezuela se proyectaba en América Latina y el Caribe en el año 2002 con el proyecto integracionista bolivariano del comandante Hugo Chávez, en ese contexto poseía las mayores reservas de petróleo de la región y planteaba configurar la nueva geopolítica continental del sur, que descansaba sobre los principios de la pluripolaridad y la multipolaridad; el principal aliado fue el comandante en jefe Fidel Castro. Fortalecer la soberanía fue el detonante para que el gobierno de George Bush por medio de la CIA activara el golpe de Estado.
La confrontación de intereses antagónicos inevitablemente impulsa la contrarrevolución cuando la revolución es verdadera. La CIA había estructurado el comando político militar y el plan de exterminio con la cúpula de militares formados en la Escuela de las Américas, familias burguesas (Lorenzo Mendoza, María Corina Machado, entre otras), sindicalistas corruptos, gerentes de PDVSA, jerarquía de la iglesia católica, propietarios de los medios privados (Venevisión, RCTV, Televen, Globovisión, El Nacional, El Universal y el circuito de radios), líderes de la derecha de formación pitiyanqui (Leopoldo López, Capriles y Borges), magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y traidores dentro del gobierno dirigidos por Luis Miquelena.
Todos estaban subordinados a las directrices de la Casa Blanca y a las acciones del pentágono apoyados por los gobiernos de derecha de Aznar (España) y Pastrana (Colombia). La OEA, las corporaciones mediáticas privadas internacionales y la gusanera de Miami, cerraban el círculo de los confabuladores del golpe de Estado. Que iluso creer que el camino estaba despejado y que contábamos con suficiente tiempo para avanzar con la revolución bolivariana.
Igualmente, se subestimó la magnitud de la organización y despliegue de la estructura del golpe de Estado, que eliminó la Constitución Nacional Bolivariana; y que había planificado el magnicidio del presidente Chávez y el asesinato del pueblo (17 compatriotas cayeron abatidos por francotiradores centroamericanos, que fueron detenidos, pero una vez ejecutado el golpe son liberados por el breve dictador Carmona Estanga); la persecución, prisión y violencia contra los dirigentes revolucionarios; la prohibición de la libertad de expresión; la eliminación de los poderes públicos (legislativo, judicial, electoral); la destitución del fiscal y la toma de la embajada de Cuba con su personal diplomático.
Nunca en la historia de la humanidad se había retornado en el poder a un presidente en 72 horas después de un golpe de Estado, perpetrado por los imperialistas yanquis, la burguesía nacional e internacional, la jerarquía católica, los sindicalistas corruptos, el poder mediático y los militares fascistas.
La contraofensiva revolucionaria victoriosa se desencadenó por la moral, el sacrificio y el ejemplo de amor a la patria bolivariana del comandante Hugo Chávez. La cual hizo posible LA BATALLA y LEALTAD del espíritu del 27 y 28 de febrero, del 4 de febrero y el 27 de noviembre en las nuevas generaciones de cadetes, soldados, oficiales y de los comandantes y generales (Carneiro, Montoya, Baduel hoy traidor, vicealmirante Arenas, Acevedo, Torres Finol, Verde Graterol, coronel Morao y Ali Uzcátegui Duque comandante de la Operación de Rescate de la Dignidad Nacional, entre otros); la acción audaz del soldado Juan Rodríguez que hace pública la carta del presidente donde reafirma que no había renunciado y la protección de los soldados que salvaron la vida del comandante en la isla La Orchila; la legitimación del poder constitucional de Chávez por William Lara presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello vicepresidente ejecutivo e Isaías Rodríguez Fiscal de la República; el apoyo del partido por los dirigentes Nicolás Maduro, José Vicente, Aristóbulo, Alí Rodríguez, Elías Jaua, entre otros; la movilización con el pueblo de Iris Valera, Luis Tascón y Lina Ron; la solidaridad del gigante Fidel, decisivo en el intercambio de apreciaciones por teléfono para oir y apoyar a Chávez en su estrategia revolucionaria victoriosa y a los médicos y colaboradores cubanos que permanecieron en el país (el espíritu del Che) para correr la misma suerte del pueblo venezolano, y por dar a conocer al mundo las declaraciones de María Gabriela a fin de resguardar la vida de Chávez.
Que lejos del amor de pueblo y que hondos están en el baúl del olvido los que asumieron el 11, 12 y 13 de abril la defensa de la constitución y la lealtad al comandante presidente Hugo Chávez; pero que hoy forman parte de la jauría de lobos y lobas que ostentan el titulo de traidores y traidoras y de los que huyen de la justicia pero que son protegidos por los imperialistas. Que nadie se equivoque la traición a la revolución bolivariana, a Chávez y a la patria es el camino al basurero.
El 11 de abril el compromiso del pueblo fue ineludible rodeaba a Miraflores para proteger a Chávez de los golpistas; menospreciando la matanza del pueblo por francotiradores en puente Llaguno. Las corporaciones de noticias nacionales e internacionales culparon al presidente constitucional de asesinar el pueblo. La traición y las mentiras ordenadas por los propietarios de los medios habían sido claves para ejecutar el golpe de Estado.
El 12 de abril en la madrugada el comandante por voluntad propia se les presentó a los golpistas elevaba la dignidad frente a la miseria humana porque siempre buscó evitar el derramamiento de sangre, posteriormente la felonía se consumaba lo hacían prisionero violando sus derechos constitucionales. Esa tarde noche alrededor de fuerte Tiuna el pueblo crecía sin miedo queríamos a Chávez libre se alternaban los repliegues y retornos de combate sin armas frente a la represión de la policía. Paralelamente la dictadura breve disolvió a la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia, el Consejo Nacional Electoral, la Fiscalía General, la Contraloría General y la Defensoría del Pueblo.
El 13 de abril lo mantienen secuestrado y lo confinan prisionero en la base militar de Turiamo rondaba el plan tenebroso de su asesinato; pero tres hechos son vitales: 1.- El pueblo rebelde bajaba de los cerros de Caracas para rescatar a Chávez era un río de gente que crecía sin parar que alzaban la bandera nacional y los retratos de Bolívar y Chávez. Las pintas ¡Abajo el dictador Carmona, Libertad para Chávez! sobre las paredes de las casas y edificios de El Valle, Coche y alrededores de Miraflores son la respuesta a la censura de los medios privados. Se sentía la liberación en las barricadas de las calles y barrios de Caracas, de los alrededores de fuerte Tiuna y Miraflores era un enjambre de pueblo que ya ocupaba todos los espacios de la patria. 2.- El conocimiento de la carta de Chávez donde desmiente su renuncia fortalece y profundiza las acciones de la unidad cívica militar para rescatar con vida al comandante presidente Chávez y restablecerlo en el poder constitucional. 3.- Los cadetes, soldados y oficiales leales de la FANB controlaban la mayoría de los cuarteles y la activación de la Operación Rescate de la Dignidad Nacional que rescata a Chávez de la nueva prisión en la isla La Orchila; por cierto, los soldados bolivarianos salvaron al comandante al evitar su asesinato en este lugar; es importante destacar que un avión King 200 con siglas de EEUU con su tripulación estaban en esta isla.
Que victoria tan sublime e inédita prevaleció la conciencia, la organización y la movilización de la unidad cívica militar para instaurar la paz, la revolución bolivariana y el mandato constitucional del comandante Hugo Chávez; no fue necesario el uso bélico de las armas. Las mujeres y hombres de Venezuela aprendimos que había una revolución pacífica pero armada, según la coherencia y concepción del poder del comandante estaría presta para los escenarios futuros contra los imperialistas.
El 13 de abril de 2002 renace la patria bolivariana que abriría la nueva independencia integracionista de los pueblos y de la patria grande del sur. La lección aprendida es la unidad, unidad y más unidad para vencer la injerencia de los imperialistas. El 20 de mayo de 2018 es la continuación de la victoria con la reelección presidencial del compañero Nicolás Maduro para profundizar la revolución bolivariana socialista. Sin olvidar la tarea pendiente de la economía productiva soberana, socialista y comunal porque es la esencia de la batalla contra la guerra económica de cuarta generación de los imperialistas.
Con el espíritu del 13 de abril fortalezcamos la tarea de hoy la solidaridad de los pueblos del sur y del mundo para liberar al presidente Lula Da Silva.