Pekín se ha vuelto tan poderoso en su progresivo control del mar en disputa de la China Meridional, que solo un conflicto armado podría detenerlo, alertó a los legisladores estadounidenses el el almirante Philip S. Davidson, jefe del Comando de las Fuerzas de la Flota de EE.UU.
Davidson, que ha sido nominado para dirigir el Mando del Pacífico de EE.UU., presentó esta semana comentariosescritos para su audiencia ante el Comité de Servicios Armados del Senado. En ellos advierte de que la creciente presencia militar de China en las aguas de Asia Pacífico —incluidas las bases secretas en las islas— acerca a su Ejército hacia el dominio total de la región.
"Hoy estas bases avanzadas de operaciones parecen acabadas. Lo único que falta son las fuerzas desplegadas", asegura el almirante.
"Desafiar la presencia EE.UU. en la región"
"Una vez ocupadas, China podrá extender su influencia a miles de millas hacia el sur y proyectar su poder hacia el interior de Oceanía", estima el militar norteamericano.
Davidson asevera que el Ejército chino podrá usar estas bases "para desafiar la presencia estadounidense en la región", y advierte que las fuerzas desplegadas en las islas "superarían fácilmente" a las de "cualquier otro reclamante del mar de la China Meridional".
"En resumen, China ahora es capaz de controlar el mar de la China Meridional en todos los escenarios, salvo la guerra con EE.UU.", recalcó.
Las islas de la discordia
Desde hace décadas, Pekín viene chocando con los países de la región por la soberanía de varias islas situadas en el mar de la China Meridional, en cuyas aguas han sido descubiertas importantes reservas de hidrocarburos. Se trata, principalmente, de las islas Paracel, Spratly y Scarborough. En mayor o menor medida, Vietnam, Brunei, Malasia y Filipinas están involucradas en la disputa.
Estados Unidos ha criticado la construcción en la región de islas e instalaciones militares por parte de Pekín, argumentando que estas podrían ser utilizadas para restringir la libertad de navegación.
En junio del año pasado Pekín rechazó firmemente las críticas sobre la supuesta "militarización" china en el citado mar. "China tiene la soberanía indiscutible sobre las islas Spratly y sus aguas adyacentes", señaló la portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Hua Chunying. Pekín "respeta y protege la libertad de navegación y sobrevuelo de todos los países" en la zona, pero se opone totalmente a la demostración de fuerza en el mar de la China Meridional de ciertos países que "desafían y amenazan la soberanía y seguridad de China", añadió la portavoz del Ministerio.