Los consumidores estadounidenses pueden estar a punto de sentir en carne propia los efectos del choque comercial iniciado por el presidente Donald Trump con China y otros países cuando en los próximos días se anuncie una nueva lista de importaciones chinas que serán gravadas. Después de imponer aranceles de importación en enero a los paneles solares y las lavadoras, Trump redobló la apuesta el mes pasado al anunciar tasas a las importaciones de acero y aluminio y gravámenes a otros productos por unos 50 mil millones de dólares.