Por WALFRIDO LÓPEZ GONZÁLEZ
En respuesta al lector ARMANDO BUJIA, PLAZA, LA HABANA:
Este año. el Día de los Enamorados, recordé a la oveja Dolly porque murió en igual fecha de 2003. El nacimiento en 1996 de este primer mamífero clonado fue todo un acontecimiento científico, algo que en un futuro no lejano podría cambiar la historia de la humanidad porque, eso de preñar y parir a partir de una célula donante procedente del tejido mamario y sin núcleo (nada parecido a un óvulo no fecundado) rompía el mito de la reproducción solo por células embrionarias. Parecía ciencia-ficción… y se hizo realidad. En consecuencia, fue idéntica a su madre, como un clon de plátano lo es a otro. Fueron el doctor Wilmuth Smith y su equipo de la Universidad de Edimburgo quienes tras 227 intentos lograron el éxito.Verdaderos hombres de ciencia, nunca desmallaron en su empeño y la historia por siempre los recordará.
Dolly era una oveja Finn-Dorset, de las que alcanzan 120-150 libras, se trasquila su lana dos veces al año y viven 11 años promedio, muy diferentes a nuestras ovejas, perdón, carneras de origen africano que, si bien tienen la misma carga genética, poco se parecen a las europeas porque apenas alcanzan las 70 libras y no producen lana. A partir de 1998 Dolly fue cubierta tres veces por un semental y parió sucesivamente 1, 2 y 3 crías.
Acerca de su muerte con solo siete años especulan por igual detractores y defensores de la clonación. Según los primeros, su muerte temprana puede estar asociada a la clonación porque desarrolló una enfermedad progresiva pulmonar, una forma de cáncer ocasionada por un retrovirus. También su edad genética al nacer era seis años, la misma edad de su madre. Sufrió de artritis temprana que la obligaba a caminar con manifiesto dolor; sin embargo, los constantes exámenes de salud no revelaron en Dolly anormalidad alguna que pudieran hacer pensar en envejecimiento prematuro porque otros cientos de animales estabulados allí padecieron estos males y en los ovinos confinados siempre crecen mucho sus pezuñas y padecen de artritis. Los restos disecados de la oveja Dolly, heroína de la ciencia, están expuestos en el Museo Real de Escocia. ¡Nos vemos!