El puente de Crimea representa un hito histórico: la inauguración de la autopista del 'proyecto del siglo', planeada para diciembre de 2018, pero que tiene lugar seis meses antes de lo previsto.
El acto solemne cuenta con la participación del presidente ruso, Vladímir Putin. "El jefe del Estado se va a familiarizar con la preparación del Centro único de control de la circulación automovilística y de todos los servicios de mantenimiento para la operación del paso de transporte por el estrecho de Kerch", anunció el servicio de prensa del Kremlin en vísperas de la ceremonia.
Asimismo, se anunció que en el acto participarían representantes de equipos de construcción de distintas regiones del país. "El equipo del puente de Crimea lo componen más de 10.000 trabajadores e ingenieros que pudieron construir el puente en condiciones ambientales difíciles, medio año antes del plazo previsto", comentó el presidente del consejo de directores de la contratista Stroygazmontazh, Arkadi Rótenberg. Además, en el marco de la ceremonia, una columna de maquinaria de construcción pasará por la autopista.
La nueva autopista será abierta a la circulación de automóviles el 16 de mayo a las 5:30 de la mañana, hora de Moscú (2:30 GMT). Los primeros en cruzar el puente serán los habitantes de Crimea y de la región de Kubán.
El tránsito de coches y de autobuses se abrirá a la vez desde las dos orillas del estrecho de Kerch en ambas direcciones. El límite de velocidad es de 90 km/h y está prohibido parar en el puente.
El Ministerio de Transporte de Rusia prevé una organización gradual de la circulación por la nueva autopista. En la primera etapa, justo después de la entrada en servicio del puente, la circulación será posible para coches y autobuses de pasajeros. En cuanto a los vehículos de carga de más de 3,5 toneladas, tendrán que seguir utilizando el sistema de ferris de momento. Mientras tanto, se prevé que el primer trenpase por el puente el 1 de diciembre de 2019.
19 kilómetros de 'proyecto del siglo'
La puesta en práctica de una de las obras de ingeniería más complejas de Rusia, que ha sido descrita como 'el proyecto del siglo', comenzó después de la reunificación de la península con Rusia en 2014. El puente, que une Crimea con la región rusa de Krasnodar, mide 19 kilómetros y es el viaducto más largo de Rusia y de Europa. La colosal obra de ingeniería se compone de dos estructuras paralelas para el tráfico vial y ferroviario. La autopista consta de cuatro carriles y tiene una capacidad de tráfico de 40.000 vehículos al día, cuatro veces más que los ferris que operan actualmente. Asimismo, las dos vías de ferrocarril podrán soportar el paso de 47 trayectos de ida y vuelta diarios, lo que permitirá trasladar a 14 millones de pasajeros al año.
El trayecto arranca en la península de Tamán y pasa por la presa existente de cinco kilómetros y la isla de Tuzla. A continuación, atraviesa el estrecho de Kerch, rodeando por el norte el cabo Ak-Burún y sale a la costa de Crimea. De los 19 kilómetros del puente, 11,5 kilómetros pasan por tierra, incluida la isla Tamán, y 7,5 kilómetros sobre el mar.
Un operación tecnológica única
La maniobra más importante de la construcción fue la instalación de dos arcos colosales que permitirá la navegación de embarcaciones bajo el puente. Se trata de arcos de 227 metros de largo y 35 de altura por encima del nivel del mar.
La instalación de los arcos es una operación tecnológica única. Por primera vez en la historia de la construcción de puentes en Rusia se ha efectuado el transporte desde el agua, el posicionamiento en condiciones de mar y la instalación sobre soportes de una enorme construcción con la posibilidad de navegar bajo ella.