Hasta el mejor paseo por la playa llega a las rocas y Wimbledon 2018 ha sido uno difícilmente superable. En apenas 48 horas se ha sucedido una oleada de emociones difícil de asimilar para cualquiera pero aún queda lo mejor. Y es que en la vida todo es finito, posiblemente en ello radique su belleza, su grandeza. El tenis, fiel reflejo de lo que supone algo tan magnífico y a la vez tan complejo como vivir, busca con ahínco poner la guinda al suculento pastel que se ha gestado en el All England Lawn Tennis Club durante dos semanas inolvidables.
Novak Djokovic y Kevin Anderson se enfrentan un desafío pocas veces visto; sobreponerse a la sensación de que ya han alcanzado la gloria. Sus gestas en las rondas precedentes y la tendencia al alza que ambos presentan ha generado el poso de una sensación de paz y bienestar para ambos, tan irreal como peligrosa. Aquel que salga derrotado del duelo por el título se irá con una sensación de obra no completada, de gloria simplemente acariciada y de oasis que torna en espejismo. Desgranamos en profundidad los aspectos que pueden marcar el devenir de la gran final masculina de Wimbledon 2018.
¿Miedo a perder de Djokovic o temor a la victoria desconocida de Anderson? ¿Ambición ante la posibilidad de recuperar el trono perdido o confianza en sí mismo tras un torneo inolvidable? Para saber qué es lo que más pesa es preciso remitirse al que será el séptimo duelo entre ambos contendientes. Djokovic domina el cara a cara con 5-1, produciéndose el único triunfo de Anderson allá en 2008, en el Masters 1000 Miami. Se han enfrentado dos veces en Wimbledon, con un triunfo cómodo de Novak en 2011 y otro muy trabajo en 2015, teniendo que remontar una desventaja de dos sets y viéndose amparado por la suspensión del encuentro y reanudación un día después. ¿Novak Djokovic o Kevin Anderson? ¿Quién levantará el título que acredita como ganador de Wimbledon 2018?