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General: Hace 25 años, un cubano saltó como nadie lo ha vuelto a hacer
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Respuesta  Mensaje 1 de 2 en el tema 
De: Ruben1919  (Mensaje original) Enviado: 29/07/2018 00:53

Hace 25 años, un cubano saltó como nadie lo ha vuelto a hacer

Pista de atletismo de Salamanca. 27 de julio de 1993. Sotomayor ya tenía en su haber los récords de 2,43 m y 2,44 m en salto alto. Pero quería más. Respira profundo. Dibuja el salto en su mente. Corre. Salta. Roza ligeramente la varilla pero sus piernas pasan limpias y esta no cae. Es una nueva marca mundial: 2,45 m.

"La gente habla de los 25 años de mi récord mundial. Pero para mí ya van 30 años como recordista. Porque de no haberme superado (yo mismo) habría tenido 30 años con el récord. El 2,43 que hice en 1988 nadie lo ha superado tampoco", dice 'Soto' a la AFP en su casa de La Habana. 

El atleta cubano, hoy con 50 años y cuatro hijos, creó una técnica propia. "Yo cambiaba el último paso, que supuestamente debe ser el más corto de los últimos 3. En la práctica para mí era el más largo. Yo viraba mucho el pie", explica. 'Saltomayor' aprovechaba al máximo la fortaleza de sus tendones en la pierna.

Su técnica le permitió además pedir que le cambiaran el orden de los clavos de sus zapatos de salto, reforzando el lado donde el se apoyaba más. "De la forma que yo pongo el pie cambié el orden de los clavos, para resguardar mi pie. Ya había sufrido dos esguinces" de consideración, recuerda.

Temor a las alturas

Eso sí, su técnica funcionaba en clima seco. En suelo mojado podía resbalarse. Por ello, solo obtuvo plata en los Juegos Olímpicos de Sidney-2000, recuerda el atleta de 1,96 metros de altura.

Pero antes del éxito, este muchacho de Limonar, provincia de Matanzas (oeste), le tuvo miedo a las alturas. "A los 10 años le temía a las alturas, a los 14 comencé a convencerme de que podría ser un gran saltador. Desde entonces me puse metas muy ambiciosas", cuenta.

"El miedo se pierde con la práctica, cooperando uno. Me ponían ejercicios de tirarme de espaldas de 2 metros y tanto con una colchoneta, de 3 metros. Ejercicios de acrobacia", explica.

Dice que lo que se proponía, lo saltaba, pero al siguiente nivel volvía el miedo. Aunque con ese miedo llegó a saltar 2 metros. "Luego ya en La Habana, con mi entrenador, psicólogo, poco a poco se me fue quitando el miedo a las alturas", detalla. Ya profesional, para terminar de matar al miedo, se lanzó en paracaídas.

La acusación

Entre sus galardones más significativos, Sotomayortiene medallas olímpicas de oro en Barcelona-1992 (2,43 m) y de plata en Sidney-2000 (2,29 m) y tres medallas de oro en Juegos Panamericanos: Indianápolis-1987 (2,32 m), La Habana-1991 (2,35 m) y Mar del Plata-1995 (2,40 m).

Eran épocas en que Cuba atravesaba por una severa crisis económica, tras la caída de la Unión Soviética. "Tuve mis mejores momentos en el tiempo en que Cuba más los necesitaba (...) Le puede dar una alegría al pueblo. Tuve el apoyo de mi gente. Fue simultáneo lo que yo hice con el pueblo y lo que el pueblo hizo conmigo", detalla.

Hubo una cuarta medalla de oro en los Panamericanos de Winnipeg de 1999 que le fue retirada por una acusación de dopaje. "Sé que muchas personas creyeron en mi inocencia, entre ellas Fidel (Castro). A raíz que él creyó en mí se hicieron muchísimas acciones para demostrar mi inocencia", explica.

Sotomayor y las autoridades cubanas argumentaron que hubo irregularidades en el manejo de sus pruebas. "Con la cantidad que decían que había ingerido, era imposible saltar, imposible mantenerme en vida (...) En Cuba somos atletas limpios", precisa.

Hoy, ya retirado de las pistas, es secretario de la Federación de Atletismo y sigue de cerca las competencias de su disciplina.

"Desde 2013, (el catarí Mutaz Essa) Barshim y (el ucraniano Bohdan) Bondarenko (Ucrania) son los que más cerca han estado del récord del mundo (...) Barshim es el que más se ha mantenido. Si tuviera que decir un nombre con posibilidades para romper el récord, es él (Barshim)", quien saltó 2,43 m en 2014. Ambos han intentado el 2,46 m, aún sin éxito.

Todavía imbatible, Sotomayor sabe que nada es para siempre: "No es que festejaría que me rompan el récord del mundo, pero siempre he estado convencido, llevo 30 años convencido de que algún día alguien me tendrá que superar".



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De: Ruben1919 Enviado: 29/07/2018 16:40

Sotomayor bate en Salamanca el récord mundial de altura con 2,45 metros

El atleta cubano Javier Sotomayor batió ayer en Salamanca el récord mundial de salto de altura con una marca de 2,45 metros, un centímetro más que la anterior plusmarca, también en poder del antillano. La proeza de Sotomayor confirma su definitivo dominio de la especialidad, puesto en duda hasta los Juegos de Barcelona por las secuelas de una lesión en el talón de Aquiles.Hace un año, Sotomayor conquistaba la victoria olímpica en Barcelona, con un salto de 2,34 metros, un registro mediocre. Se habló de la situación de crisis que padecía la altura y de los efectos de los controles antidopaje. Su entrenador, Guillermo de la Torre, deslizó una pregunta que nadie contestó: "¿Será que los controles son ahora más duros?".

Todavía limitado por su recuperación física, Sotomayor tiró de su clase para vencer en la prueba. Un año después, el mejor Sotomayor ha vuelto. De nuevo tiene el vigor físico y los tobillos portentosos, dos ballestas incomparables. En Salamanca, sólo realizó cinco saltos. Pasó sobre 2,23, 2,32 y 2,38 en el primer intento. Después pidió 2,45. En el ambiente flotaba el recuerdo del récord mundial que batió Sotomayor en Salamanca hace cinco años, con 2,43 metros. La temperatura era alta, no había viento y la reunión había crecido a lo largo de la tarde hasta conseguir un abanico de grandes marcas, como los 8,70 metros que saltó el estadounidense Mike Powell en longitud.

El segundo intento

Sotomayor derribó la varilla en el primer salto. Fue un nulo claro, pero el atleta tenía el salto en la cabeza. En el segundo intento, se vio desde el principio que Sotomayor estaba en condiciones de batir el récord del mundo. Bastaba con ver su gesto concentrado y la mezcla de tensión y deseo que expresaba su gesto. De pie, a pocos metros de la varilla, repasó mentalmente su salto: la carrera y el despegue. Cuando revisó la película en la cabeza, suspiró, abrió los ojos y se lanzó con una carrera medida y potente. Era el gran Sotomayor. Tenía la potencia y la agilidad del muchacho que comenzó a asombrar a sus rivales cuando apenas había cumplido 18 años.La carrera y la batida fueron tremendas. Sotomayor se elevó oblicuo a la varilla, dobló la espalda y tocó el listón con la parte dorsal. Las piernas pasaron despues de un extraordinario golpe de riñones. Aunque la varilla se tambaleaba, el saltador cubano estaba seguro de que no caería. Salió como un huracán de la colchoneta y se abrazó a Guillermo de la Torre. Acababa de batir el récord y de recobrar todo el poderío de sus mejores días, en el mismo escenario donde logró su primera plusmarca mundial. A unos pocos metros, Mike Powell pasaba a segundo plano. Minutos antes estallaba de alegría tras saltar 8,70 metros, la mejor marca del año, suficientemente buena como para pensar que Powell puede batir su récord mundial (8,95 metros) esta temporada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de julio de 1993



 
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