La cúpula empresarial abraza y apapacha al nuevo presidente de la República. ¿Pero, en realidad, colaborarán con la Cuarta Transformación? ¿Podemos confiar en ellos?
Andrés Manuel López Obrador ha pasado de la 'luna de miel' al 'matrimonio' con los hombres y las mujeres más ricos del país. Quienes antes eran sus más aguerridos adversarios, hoy juran que apoyarán al nuevo Gobierno.
¡Pero espérate un momentito! Antes de echar las campanas al vuelo, primero recordemos quiénes son exactamente estos personajes.
La riqueza de los cuatro hombres más ricos de México —Carlos Slim, Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas Pliego— equivale al 9 % del Producto Interno Bruto del país. La revista Forbes incluye 16 mexicanos en su lista de los multimillonarios más ricos del mundo entero.
Durante las últimas dos décadas, las fortunas de este grupo se han aumentado más de cinco veces, de unos 25.000 millones de dólares en 1996 a más de 140.000 millones hoy. Pero el problema no es la riqueza en sí. Y qué bueno que los grandes empresarios se hayan comprometido a invertir en los proyectos de López Obrador.
La gran pregunta, sin embargo, es si también están dispuestos a renunciar a su enorme poder político.
Las fortunas de estos magnates provienen de décadas de privilegios y corruptelas al amparo del poder público. Aparte de invertir, ¿también pagarán sus impuestos, dejarán de corromper a la autoridad y respetarán la ley?
Tal y como lo ha señalado el mismo López Obrador, la verdadera democracia no implica solamente contar bien los votos, sino también establecer una clara separación entre las esferas pública y privada.
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