El huracán Florence se acerca peligrosamente por el Atlántico en dirección a la costa este de Estados Unidos, lo que ha hecho que las autoridades hayan declarado el estado de emergencia en Carolina del Norte y del Sur, Maryland y Virginia. Frente a las costas de este último estado se encuentra una pequeña isla que corre el riesgo de desaparecer por el temporal.
Se trata de la isla de Tangier, en la bahía de Chesapeake, que se encuentra a unos 150 kilómetros de Washington D.C. Este territorio, cuyo punto más alto no alcanza los 2 metros de altitud, se encuentra amenazado por el aumento del nivel del mar, que poco a poco va 'devorando' la isla.
Casi el 90 % de los moradores de este territorio insular se dedica a la pesca, mientras que el resto a los servicios turísticos. Los residentes locales relatan a RT que la población de Tangier ha ido disminuyendo paulatinamente en las últimas décadas, y en la actualidad cuenta con apenas unos 500 habitantes.
Por su parte, los expertos advierten que en los próximos 20 o 25 años Tangier podría desaparecer debido a los efectos del cambio climático.
"El aumento del nivel del mar es un fenómeno bastante complejo. Podrías pensar que el nivel del mar es como llenar un baño con agua y que el mar se eleva al mismo nivel en todas partes, pero esa no es la verdad. En la costa este y la costa del Golfo [de EE.UU.], el nivel del mar se eleva mucho más rápidoque en la costa oeste", explica el director de Adaptación al Cambio Climático en el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés), Shaun Martin.
"Este problema es tan grande y no lo podemos resolver solos"
Sin embargo, los habitantes de la isla no creen en el cambio climático y achacan el problema a la erosión. Por eso piden al Gobierno federal fondos para la construcción de un malecón que ayude a detener el avance del agua tierra adentro.
"Sin un muro de contención, si tenemos un gran huracán o algo así, podemos perder una gran cantidad de terreno. Hemos estado aquí durante mucho tiempo, creo que todavía estaremos aquí y necesitamos protección (…) Este problema de erosión es tan grande y no lo podemos resolver solos, así que necesitamos la ayuda del Gobierno", reclama el alcalde de Tangier, James Eskridge.
El alcalde confía en que el territorio insular contará con el apoyo del presidente Donald Trump, quien consiguió allí un 87% de los votos en las presidenciales de 2016, para realizar los proyectos necesarios para paliar el problema.