El ultraderechista Jair Bolsonaro, candidato a la Presidencia de Brasil, afirmó ayer que el único resultado que aceptará en las elecciones de octubre será su victoria. “Sobre si las instituciones militares aceptan el resultado, yo no hablo por los comandantes (del Ejército), les respeto. Yo, por lo que veo en las calles, no acepto un resultado de las elecciones diferente de mi elección”, aseguró Bolsonaro en una entrevista en el programa Brasil Urgente desde la habitación del hospital donde se encuentra ingresado desde hace tres semanas tras ser apuñalado.
Bolsonaro consideró que su postura no es antidemocrática porque, a su juicio, “el sistema electoral de Brasil (de voto electrónico) no existe en ningún país del mundo”. El abanderado del Partido Social Liberal (PSL) dijo además que el Partido de los Trabajadores (PT), liderado desde la cárcel por el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva y cuyo candidato es Fernando Haddad, tan solo vencería en una segunda vuelta con fraude. Sin embargo, todas la encuestas brasileñas lo dan a Hadad ganador en segunda vuelta, superando a Bolsonaro. “Lamentablemente no tenemos forma de auditar las elecciones, solo (ganarían) con el fraude”, señaló en referencia a una eventual victoria de la fórmula petista.
Durante la entrevista Bolsonaro también comentó los desencuentros mantenidos en las últimas semanas con su compañero de fórmula, Hamilton Mourao, a quien desautorizó unas opiniones sobre salarios. Mourao, un general retirado, había criticado que los trabajadores reciban aguinaldos, a los que calificó de “mochila en la espalda para los empleadores, que recaudan durante doce meses y tienen que pagar trece.” Pero Bolsonaro, con índices de rechazo de por encima del 40 por ciento, le salió al paso a su compañero de fórmula través de las redes sociales.
El candidato ultraderechista, apologista de la tortura y la dictadura, que enfrenta una campaña mundial por su machismo, homofobia, xenofobia y racismo (ver aparte) en la entrevista se definió así mismo como “un demócrata” y agitó el fantasma del colapso económico y político de Venezuela en caso de ganar la fórmula que marcha segunda detrás de él en los sondeos pero aparece como favorita en un eventual balotaje. “El Partido de los Trabajadores es el camino para que Brasil acabe convertido en una Venezuela, “ lanzó.
Bolsonaro aseguró que “está con más gas” para enfrentar las elecciones después de haber sido acuchillado el pasado 6 de septiembre durante un acto de campaña en la ciudad de Juiz de Fora y afirmó que, por recomendaciones médicas, una vez que obtenga el alta para abandonar el hospital, no podrá salir de su casa hasta el 10 de octubre, tres días después de la primera vuelta electoral.