La rápida intensificación del huracán Michael tomó a muchos por sorpresa.
El domingo pasado, las aguas del golfo de México tenían una inusual cálida temperatura, condición que aceleró el paso de Michael de tormenta tropical a huracán.
Para el martes, ya era un huracán de categoría 2 y llegó casi a categoría 5, la mayor de la escala, el miércoles por la mañana, con vientos máximos sostenidos de 250 km.
Rick Scott, gobernador de Florida, advirtió sobre una "devastación inimaginable", al decir que sería la peor tormenta en 100 años.
Michael mató al menos a 13 personas en América Central: seis en Honduras, cuatro en Nicaragua y tres en El Salvador.
Más de 370.000 personas en Florida recibieron la orden de evacuar, pero los funcionarios estiman que muchos ignoraron la advertencia.
La ciudad costera de Apalachicola reportó una marejada ciclónica de casi 2,5 m.
La tercera más poderosa de la historia
Poco después de tocar tierra, Michael dejó sin electricidad a un cuarto de millón de hogares y empresas. Las líneas eléctricas fueron destrozadas por la caída de los árboles.
"Estamos ante una situación nunca antes vista", escribió en Facebook Dennis Feltgen, el meteorólogo del Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
"El registro histórico, que se remonta a 1851, no encuentra ningún huracán de categoría 4 que haya golpeado el Panhandle de la Florida".
De acuerdo con estadísticas de la Universidad de Colorado, Michael es la cuarta tormenta con vientos más destructores en llegar a Estados Unidos, solo superada por un huracán sin nombre que impactó en 1935, Camille (1969) y Andrew (1992).
Brock Long, director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias, dijo en la Casa Blanca que estaba preocupado por los edificios construidos antes de 2001, que no podían soportar vientos tan fuertes.
"Esperamos que esas estructuras puedan resistir", respondió el presidente Donald Trump.
Se han declarado estados de emergencia en partes de Florida, Alabama, Georgia y Carolina del Norte.
"Michael continuará debilitándose a medida que cruza el sureste de los Estados Unidos hasta el jueves por la noche, convirtiéndose en una tormenta tropical el jueves por la mañana.
"Se pronostica que Michael se volverá a fortalecer el jueves por la noche y el viernes cuando se mude de la costa este de Estados Unidos y se convierta en un ciclón post-tropical el viernes", agregó el NHC.