“Andréi Rubliov” de Andreí Tarkovski.
RIA Novosti
Recordamos cinco películas de la época de mayor prosperidad del cine soviético que siguen recordándose en Occidente.
"El acorazado Potemkin” (Serguéi Eisenstein, 1925)
El corto de animación de diez minutos de Yuri Norshtein sobre un erizo que se pierde en la niebla mientras iba a visitar a un amigo oso es tan popular en EE UU que la serie Padre de familia le dedica un fragmento de la octava temporada.
Se trata de una burla de los estadounidenses sobre su propia capacidad de transformar en cultura pop cualquier obra de arte. Y el hecho de escoger para ella El erizo en la niebladice mucho de los creadores de la serie y de la popularidad del corto de animación soviético.
Sobre el sentido filosófico de esta breve película de Norshtein se han escrito artículos en muchos idiomas, así como sobre la soledad y el horror de las cosas cotidianas que adquieren rasgos siniestros si se las mira de determinada forma. Este año The Telegraph la situaba en el puesto número 19 de su lista de “Mejores películas infantiles”.