Tras esfuerzos comunes, el petróleo se detuvo en la franja de 70 a 80 dólares por barril. Los rusos y los árabes aceptaron las solicitudes urgentes de los estadounidenses y aumentaron la producción para reducir los precios.
Arabia Saudí redujo unilateralmente la producción en medio millón de barriles por día desde diciembre. Algunos jugadores pequeños —por ejemplo, Omán— insisten en reducir la producción aún más, en al menos un millón de barriles por día. Otros, como Kazajistán, están "jugando del lado de la economía mundial", o sea, están en contra de disminuir la producción.
Más: ¿En qué se centrará la reunión de OPEP+ en Abu Dabi?
Sin embargo queda claro que ni la OPEP, ni otros actores importantes —principalmente Rusia—, dejarán caer el precio del petróleo por debajo de ciertos límites, pese a cualquier presión. Fue evidente en el comunicado final del encuentro OPEP+, según el cual los participantes apoyarán conjuntamente la "tendencia alcista" dentro de un marco razonable.
El ministro de Energía de los Emiratos Árabes Unidos, Suhail Al Mazrui, aseguró que la OPEP+ definitivamente no aumentará la producción en 2019. Esta no es una buena noticia para Donald Trump quien suele presumir de cómo se las arregla para resolver los problemas de EEUU a costa de sus oponentes como Rusia y aliados como Arabia Saudí.
También: Irán teme la caída de la efectividad de la OPEP por el incumplimiento de las cuotas
En general, según el columnista, es de esperar que después de algún tiempo, los precios mundiales del petróleo vuelvan a conquistar nuevas alturas.